Veinte años después, Vigo tendrá su área metropolitana

El Parlamento de Galicia ha escrito este martes una página en la historia de la Comunidad tras aprobar la ley del área metropolitana de Vigo, más de veinte años después de que esta iniciativa se planteara por primera vez desde la ciudad olívica. Conscientes de su trascendencia, el texto legal -que reforma la primera ley ya aprobada hace cuatro años- ha salido adelante con el voto favorable de todos los grupos de la Cámara, aunque el debate parlamentario ha estado marcado por la confrontación entre PP y PSOE. Los dos grandes partidos han cruzado reproches sobre la paternidad de los cambios en el articulado y los liderazgos de Alberto Núñez Feijóo y Abel Caballero.

En virtud del texto aprobado, Vigo tendrá consideración de capital de provincia, y liderará el área que conformará junto a otros 13 municipios de su contorno.

Este nuevo ente administrativo, al que voluntariamente se han incorporado cada uno de los concellos, tendrá competencias de la más diversa índole, y requerirá de cesiones por parte de las entidades locales y de la Diputación de Pontevedra. «Lo más difícil viene ahora, cuando tengamos que ponerla en marcha», ha afirmado el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, desde la tribuna de la Cámara, «hoy se hace historia pero hay que seguir haciéndola».

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, asistió como invitado a un debate que, a su juicio, culmina «uno de los grandes días de Galicia desde el punto de vista de la ordenación territorial». «Esto es lo más importante que ha aprobado este Parlamento», y por ello expresó su «satisfacción». Además, avanzó que la primera solicitud que planteará a la Xunta desde la presidencia del área -que ejercerá por su condición de alcalde de Vigo- «será la ampliación a 28 o 29 municipios», para lo que se necesitará un decreto legislativo autonómico. «Estamos inmensamente felices», insistió.

El debate parlamentario, no obstante, estuvo dominado por el cruce de críticas entre el socialista Abel Losada y el popular Javier Dorado. El primero lamentó que la ley original pretendiera «gobernar Vigo desde fuera» y recibiera la contestación ciudadana a través de los 17 concejales obtenidos por Abel Caballero en las pasadas elecciones municipales. El segundo le replicó que los retrasos sólo vinieron derivados por el afán «del alcalde de Vigo de priorizar sus intereses a los de los ciudadanos». La mayoría popular desestimó varias enmiendas de la oposición, entre ellas una del BNG que pedía crear un consejo ciudadano metropolitano con carácter consultivo.