La Valedora pide ayuda por los impagos de las pensiones venezolanas

Los miles de jubilados gallegos que cotizaron en Venezuela y ahora no cobran su pensión debido a la situación financiera que asuela al país pusieron su caso en manos de la Valedora do Pobo, que trasladó una queja formal al Defensor del Pueblo de la República Bolivariana. En una contundente misiva, Milagros Otero denunció la «grave situación» que viven estos pensionistas afectados por un impago que ya suma 12 meses y que no tiene visos de solucionarse. Depende, según explican los afectados, del Instituto Venezolano de Pensiones, que no atiende sus reclamaciones ni afronta los pagos pendientes. De ahí que Otero reclamase la implicación del Defensor del Pueblo apelando a su «colaboración» para encaminar el asunto.

Tal y como le manifestó como portavoz de los jubilados afectados, «la alarma social desatada por los amplios retrasos en los pagos a los pensionistas españoles —muchos de ellos gallegos— aumentó en los últimos tiempos». Tanto es así que, indicó la Valedora, «está desembocando en situaciones críticas para personas que, como efecto de estos retrasos, pueden verse privadas de sus viviendas y que además tienen serios problemas para afrontar el pago de los suministros domésticos». Lo extremo de la situación llevó a la Valedora gallega a sumarse a la actuación puesta en marcha por el Defensor del Pueblo, que desde Madrid instó a las autoridades españolas a que incidan en que se cumpla lo preceptuado en el convenio hispano-venezolano de seguridad social para garantizar el pago de las pensiones a los retornados de Venezuela. Cada reclamación que la Seguridad Social española recibe es remitida de inmediato al Instituto Venezolano de Seguros Sociales, responsable último de estas pensiones.