Uno de los incendios más virulentos de este 2016 aconteció en Entrimo (Orense)
Uno de los incendios más virulentos de este 2016 aconteció en Entrimo (Orense) - M. MUÑIZ

Tres de cada cuatro incendios de la última década fueron intencionados

La Xunta presenta un informe que busca profundizar en las causas y prevenirlos

El documento señala una serie de puntos de «alta actividad» que concentran los fuegos

Santiago Actualizado: Guardar
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«Lacra», «actividad criminal», «índole delictiva», «hacer daño». No escatimó en palabras gruesas Alberto Núñez Feijóo para referirse a los incendiarios en la última rueda de prensa antes de ser investido por tercera vez presidente de la Xunta. Todavía en funciones, el líder del Ejecutivo gallego presentó ayer las conclusiones de un informe en el que se repasa el historial de incendios de la Comunidad en estos diez años, con una primera conclusión demoledora: tres de cada cuatro fuegos forestales de los que se producen en Galicia son intencionados, casi diez puntos más que en el resto de España.

La explicación de esta cifra radica en algunos puntos que se encargó de desgranar el máximo mandatario gallego durante su intervención. El primero de ellos es que prácticamente un tercio de los incendios se inician pasadas las 21 horas, de modo que se dificulta la extinción rápida porque los medios aéreos no pueden trabajar en horario nocturno.

Además, alrededor de un 8% del total se inician con más de un foco de manera simultánea, y otros en zonas escarpadas de difícil acceso.

«Alta actividad»

Los lugares en los que se concentra un alto número de fuegos también resultan clave en la consideración de la intencionalidad de los mismos. Así, el presidente en funciones puso sobre la mesa que en Galicia existen 67 parroquias etiquetadas como «de alta actividad incendiaria». Estos puntos, que suponen apenas un 3,6% de la superficie total gallega acumulan hasta un 14% de los incendios de la Comunidad en la última década y un 12,43% de los que se han producido hasta el momento actual en 2016. Según lo relatado en el informe de evaluación, el grado de intencionalidad en estas zonas calientes se dispara hasta más del 86%.

En otro sentido, de la cuarta parte restante de los incendios que no se consideran intencionados, la mayoría responde a «negligencias» de particulares, fundamentalmente derivadas del descontrol de quemas autorizadas durante el período invernal, del uso de maquinaria en el monte o del empleo de artefactos pirotécnicos.

Virulento 2016

Núñez Feijóo realizó una breve valoración de los datos que se conocen de 2016, en el que se quemaron 20.347 hectáreas, de las cuales menos de la mitad han sido de bosque arbolado. Según su versión, este año el número de incendios ha sido menor que en otras ocasiones, pero la virulencia de ellos ha sido mayor. Esta realidad se explica fundamentalmente en la climatología de este verano, el más seco de los últimos años, con altas temperaturas y fuertes vientos, una combinación letal para los montes.

Con todo, el presidente recordó que en las zonas más afectadas por los fuegos se siguen desarrollando las labores de recuperación, y que el informe aprobado ayer se pondrá en conocimiento de todos los profesionales vinculados a la lucha contra el fuego para buscar una solución. «Tenemos el 40% de la masa forestal de España. No es aceptable como sociedad ni como país esta tasa de intencionalidad, zanjó.

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