Luis Ojea - Cuaderno de viaje

El timo del trilero

La inclusión de En Marea como agrupación propia en el grupo confederal de Podemos es otro de esos juegos de tahúr

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En la vida política siempre ha habido trileros, pero pocos han demostrado tanta maestría en el arte del engaño como Pablo Iglesias y sus chicos de En Marea. Sabían, como confesó Carolina Bescansa en verano, que jamás podrían constituirse como grupo parlamentario por separado en el Congreso porque el reglamento de la cámara lo impedía, pero eso no impidió que perpetrasen en la última campaña electoral una colosal estafa a sus electores en Galicia ahora culminada con un último número de fraudulenta prestidigitación al tratar de culpar de su anunciado fracaso al resto de fuerzas.

La inclusión de En Marea, sin grupo propio, como agrupación propia en el grupo confederal de Podemos es otro de esos juegos de tahúr que tanto dominan.

Están pero no están y mientras el cubilete se sigue moviendo. Se trata de seguir aparentando para no espantar a la antigua clientela del BNG y de paso seguir aprovechándose de la vieja falacia del nacionalismo de que un grupo propio es la única manera de defender los intereses de la comunidad, como si el resto de parlamentarios gallegos de las fuerzas de ámbito nacional fuesen alienígenas a los que solo les interesa lo que pase en Marte. Una tesis que algunos de ellos se empeñan en abonar con comportamientos inexplicables como la transmutación de la noche a la mañana del socialista Ricardo Varela en independentista catalán, sin previa ni posterior explicación a sus votantes de Lugo.

La incógnita ahora es ver cómo evoluciona el timo, cómo se mueven los mareantes en las negociaciones de investidura con el PSOE y cómo acaba condicionando eso su apuesta para las autonómicas, si mantienen la careta soberanista, se disfrazan de federalistas-medio-nacionalistas o se presentan a cara descubierta como una alianza de post-comunistas y neo-populistas. Hace un par de semanas la autodeterminación era innegociable para ellos, pero ahora lo prioritario es el programa social. En realidad, es el debate de siempre en la izquierda rupturista gallega, el que rompió el Bloque en Amio, el que desfiguró esta legislatura el grupo parlamentario de AGE y el que aprovecha ahora el delegado de la franquicia de Podemos para las depuraciones internas, aunque en el fondo solo sea una excusa más para el eterno choque de egos hipertrofiados de los líderes rupturistas midiendo ya fuerzas de cara a la confección de las próximas listas electorales.

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