Una familia de Vedra, a la luz de las velas durante cuatro días
Una familia de Vedra, a la luz de las velas durante cuatro días - MIGUE MUÑIZ

El suministro de luz vuelve a toda Galicia cinco días después del temporal

La Xunta investiga a las eléctricas por los cortes que dejaron a 200.000 hogares sin luz. Feijóo aclara que los perjuicios ocasionados son «indemnizables»

Santiago Actualizado: Guardar
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La crisis eléctrica desatada por el tren de borrascas que barrió Galicia mantenía a primera hora de ayer a cerca de dos mil gallegos todavía a oscuras. La mayoría de ellos, vecinos de las provincias de La Coruña y Pontevedra, encadenaron este lunes cuatro jornadas consecutivas sin suministro eléctrico a causa de los destrozos ocasionados en la red gallega por el mal tiempo. En total, el número de hogares afectados por las interrupciones en la luz —que se remontan a la noche del pasado jueves— rondaron los 200.000. Una cifra que ayer obligó al Gobierno gallego a mover ficha y abrir un expediente informativo a las eléctricas para conocer con detalle si su gestión en esta crisis fue la correcta.

«El objetivo es evaluar que, efectivamente, las distribuidoras actuaron de forma adecuada, intentando reponer los daños en el menor tiempo posible», apuntó el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, a primera hora de ayer.

Poco más tarde fue el propio presidente de la Xunta el que abordó la situación para lanzar un cable a las decenas de miles de clientes perjudicados. «Los problemas y perjuicios ocasionados por la falta de luz son indemnizables. Pediremos claramente a las compañías que solucionen los problemas ocasionados a muchas personas, sobre todo en el rural y sobre todo de aquellos con explotaciones ganaderas y lácteas», sostuvo Núñez Feijóo para remarcar que las oficinas de consumo están «a disposición de los gallegos para cualquier reclamación». Acerca del examen al que serán sometidos los protocolos de actuación de las eléctricas, el mandatario gallego insistió en que «se analizará si las empresas pudieron o no ser más diligentes».

Pendientes del interruptor

Por lo de pronto, y a espera de las conclusiones de este expediente, la normalidad logró imponerse ayer poco a poco en los municipios afectados por los cortes. Según los datos ofrecidos por Unión Fenosa Distribución, a primera hora eran 1.800 los clientes que seguían pendientes del interruptor, alrededor de las 20 horas, esta cifra había descendido hasta los 300 los hogares y a última hora el suministro se había repuesto en todas las casas. Al margen de los teléfonos de consumo facilitados por la Xunta «para atender cualquier reclamación», algunos ayuntamientos como el de Ames o el de Oroso animaron a sus vecinos a interponer quejas por la falta de servicio. Otras localidades donde las incidencias se contaron por miles fueron Arzúa, Agolada, Rois, Forcarei, Monforte o Vedra.

«Vamos a reclamar»

En el caso de este último concello, una de sus vecinas explicó a ABC que tras cuatro días sin luz ayer «al fin» la avería quedó subsanada. La casa de Pura (donde conviven un niño de 7 años y una persona de 84) está «solo a 15 kilómetros de Santiago, pero cada vez que hace mal tiempo hay problemas con la luz». Lo extremo de esta ocasión obligó a muchos vecinos de la parroquia a hacerse con generadores que mantuviesen fríos los congeladores en los que se guarda la carne de las matanzas. «Nos los fuimos pasando de casa en casa cuando el congelador llegaba a una marca con la que pueden aguantar varias horas sin electricidad, para que nadie perdiese comida», explican. La penuria de no contar con electricidad también llevó a algunas familias de este concello a comprar hornillos de butano en los que hacer la comida. «Son casas en las que solo hay vitrocerámica y no podían ni calentar el almuerzo», reconoce Pura para aclarar que en su caso presentarán una reclamación a la compañía por los daños ocasionados. «Es algo que hablamos ayer, antes incluso de que volviese la luz, y lo vamos a hacer porque han sido demasiados días. También es cierto que los dos hombres que estaban arreglando la avería trabajaron a destajo, porque todos los veíamos, pero no fue suficiente. Tendrían que haberlo previsto de otra manera, con más personal», subraya.

Hoy, en alerta naranja

Con el tren de borrascas ya lejos de Galicia, el 112 hizo ayer balance del temporal y fijó en 3.571 las incidencias que desde el jueves hasta el domingo registró este servicio. La mayoría de ellas se debieron a la caída de ramas y árboles —en Becerreá el viento llegó a derribar 22 pinos sobre la misma carretera— y a derrumbes o inundaciones. En el ayuntamiento de Pontevedra, las primeras estimaciones de daños se elevan por encima de los 2,2 millones de euros y en Lugo fue necesario despejar 4.200 kilómetros de vías provinciales tras atender más de 500 incidencias. En «nivel verde» en tierra tras las alertas de los últimos días, el litoral gallego volverá a estar hoy en aviso naranja por fuertes vientos que podrían llevar aparejadas olas de hasta 5 metros.

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