Retiran en un solo año 8.500 nidos de avispa velutina, un 68% más

La avispa velutina parece haber llegado a Galicia para quedarse, aunque ciudadanos, administraciones y científicos siguen en pie de guerra contra ella. La batalla frente a este insecto invasor, cuya presencia fue detectada en la Comunidad por primera vez en 2012, sigue siendo intensa. Así se desprende de los datos difundidos ayer por la Consellería do Medio Rural. Durante el último año se han retirado o desactivado 8.496 nidos de esta especie en todo el territorio gallego. La cifra supone un crecimiento del 68,4 por ciento respecto a 2015, cuando se eliminaron 5.045. Así se puso de relieve en la Comisión de Seguimiento del plan establecido en febrero de 2014, coordinado por la Xunta, para vigilar y controlar la población de esta avispa cuya picadura genera en el ser humano los mismos contratiempos que una avispa común, pero que merma la población de abejas, con el consiguiente daño para los ecosistemas y para los apicultores.

Ante la presencia de algún nido sospechoso, que en ocasiones se termina comprobando que no es de avispa velutina, se atendieron en los últimos meses 19.246 avisos para proceder a su eliminación. La situación sigue siendo de mayor gravedad en la costa atlántica que en el resto de la Comunidad. La provincia coruñesa es donde más alertas se emiten: concentra más de la mitad con 11.253. Le sigue la Pontevedra con 5.194. Mientras, en Lugo se reduce a 2.336 y en Orense a solo 463.

Para que los técnicos de las distintas unidades que luchan contra este insecto tengan la mejor formación posible, se han ofrecido 28 jornadas y cursos. Además, Medio Rural entregó 2.100 trampas y botes de líquido atrayente. Esto ayuda a capturar a la reina de cada nido después del periodo de hibernación. «Cada reina captura supone un nido menos durante la temporada siguiente», indican desde este departamento.

La investigación es el otro factor clave contra la velutina. Según avanzó la directora xeral de Patrimonio Natural, Ana María Díaz, en los próximos meses se reunirán equipos de las universidades de Santiago y Vigo «para buscar una línea de trabajo efectiva, para combatir esta especie invasora y eliminar o minimizar los daños que produce».