El PP crea un frente en las ciudades contra el «desgobierno» de las Mareas

La provincia de La Coruña fue en mayo de 2015 referencia del ascenso del populismo en toda España. Las tres ciudades iban a ser gobernadas por las Mareas, y sus líderes ya se paseaban por auditorios y platós como referentes de una nueva oleada política que no había hecho más que empezar. Xulio Ferreiro, Martiño Noriega y Jorge Suárez crearon una entente que trascendió el ámbito municipal, y se arrogaron la autoridad moral de pilotar el proceso de construcción de la candidatura con la que En Marea concurriría a las autonómicas. Incluso se autoproclamaron irónicamente «los tres tenores», y no evitaron hacer «giras» en cada una de las campañas electorales del último año.

Con la marejada convertida en un océano en calma

, la oposición ha tardado 500 días en dar una respuesta análoga a la triple alianza rupturista. Los tres líderes de la oposición se reunieron ayer en la capital provincial para reeditar la foto que tantas veces han repetido sus alcaldes estos meses. La herculina Rosa Gallego, el compostelano Agustín Hernández y la ferrolana Martina Aneiros se vieron en María Pita para poner negro sobre blanco el «desgobierno» al que, a su juicio, se ven sometidas las tres urbes desde hace algo menos de año y medio.

Los máximos representantes del PP en los consistorios comparten buena parte del diagnóstico sobre la acción de los alcaldes de las Mareas, por lo que iniciaron sus intervenciones realizando un análisis general. Ninguno de ellos escatimó en palabras gruesas y duras acusaciones para criticar cuestiones como la «ausencia de proyecto», la «improvisación», el «sectarismo» imperante o la «gestión paralizada». En el mismo sentido, les afean su incapacidad para llegar a acuerdos en cuestiones centrales como la aprobación de los presupuestos, así como la caída de las inversiones o el aumento del paro, según las últimas Encuestas de Población Activa (EPA).

Tras el amplio repaso, cada uno de los portavoces cerró el foco sobre su ciudad. Rosa Gallego atacó a Xulio Ferreiro por la falta de transparencia en la adjudicación de contratos menores —unas semanas después de denunciar que el Concello contrató con una empresa del amigo de un edil y simpatizante de la Marea Atlántica—; le recordó que llegó al poder con la promesa de reducir sueldos y asesores, una propuesta en la que recientemente reconoció que «se pasó de frenada»; y criticó que «bloquee» acciones que quieren acometer otras administraciones en la ciudad, como el proyecto de construcción de una estación intermodal o la reforma de la Avenida Alfonso Molina.

Agustín Hernández se lanzó contra las «promesas incumplidas» de Compostela Aberta y el «desprecio a la representación democrática de los vecinos». El exalcalde ilustró su crítica subrayando el reiterado incumplimiento de los acuerdos del pleno, con menos de la mitad de iniciativas aprobadas llevadas a cabo. Del mismo modo, recordó que uno de los principales ejes de los programas populistas era la remunicipalización de los servicios. «Pasaron los meses y no tenemos ni uno solo municipalizado. Es más, en la última Xunta de Gobierno local prorrogaron tres meses más la concesión de grúa y ORA», concluyó.

Por su parte, Martina Aneiros no quiso pasar por alto las fuertes tensiones que hubo entre socialistas y populistas en Ferrol, que derivaron en la ruptura del único pacto de gobierno firmado entre las formaciones. Del mismo modo, puso sobre la mesa la «peatonalización salvaje» que se está acometiendo en la ciudad sin, según su versión, contar con los hosteleros y comerciantes, con las posibles repercusiones económicas que ello puede aparejar. Así, también criticó decisiones de Jorge Suárez como la de «querer privar a Ferrol de su Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional».

Miradas hacia el PSOE

Los tres portavoces conservadores vuelven a coincidir en señalar como corresponsable de la situación de las urbes al PSOE, que ayudaron por acción u omisión al desembarco izquierdista y siempre han navegado entre las dos aguas de la oposición feroz y el apoyo manifiesto, incluso habiendo llegado a ofrecer recientemente su entrada en el gobierno municipal coruñés. Los populares invitan a los del puño y la rosa a «reflexionar sobre el papel que están desempeñando».

Mientras tanto, Gallego, Hernández y Aneiros se comprometen a que su alianza perdure en el futuro y que los tres grupos mantengan reuniones periódicas para buscar soluciones comunes a los problemas generados en las ciudades. «Seguiremos haciendo propuestas y siendo la voz de los miles de ciudadanos a los que no escuchan», concluyeron en su encuentro.