La Policía localizó una pistola tras la reyerta entre Morones y Zamoranos

Sinaí Giménez niega la acusación de amenazas y lo limita a «insultos y juramentos gitanos»

Sinaí Giménez, tomando notas, durante la sesión del juicio ayer en los juzgados de Vigo EFE

R. L.

Los agentes que el 6 de noviembre de 2015 intervinieron en el enfrentamiento entre los clanes de Morones y Zamoranos en el mercadillo de Redondela han explicado hoy durante el juicio por amenazas contra Sinaí Giménez y tres mujeres de su clan que en lugar se encontró una pistola , aparentemente depositada por alguno de los miembros del clan acusado. El arma tenía munición y el seguro retirado y fue localizada tras la valla de un colegio. Del otro lado, han precisado, se habían arrinconado varios integrantes de los Morones después de que las fuerzas antidisturbios hubiesen actuado separando a las dos facciones enfrentadas. La pistola, ha añadido uno de los testigos, estaba seca a pesar de que la hierba en la que había caído estaba mojada, lo que parece indicar que había sido depositada allí poco antes. También se encontró, afirmó, un puñal de doble filo , en este caso en el pantalón de una de las acusadas.

El Juzgado de lo Penal Número 3 ha arrancado el juicio contra el líder de los Morones, Sinaí Giménez , sus hermanas María Consuelo e Irene, y una sobrina, Dévora, para los que se piden penas de tres años y medio de prisión por un delito de amenazas contra Felipe S. S., miembro del clan de los Zamoranos.

Giménez ha negado haber proferido amenazas y ha rebajado lo ocurrido a «insultos y juramentos gitanos» a los que, posiblemente, ha afirmado, «de forma malintencionada se les ha dado la vuelta». Asimismo, ha subrayado que no tiene antecedentes penales ni pistola, rechazando que hubiese dicho a Flipe S. S. que le iba a «pegar dos tiros» y, del mismo modo, ha sostenido que en ningún momento realizó el gesto de empuñar un arma con las manos.

El escrito de la Fiscalía enmarca el día de los hechos en un contexto de «numerosos incidentes» entre ambos clanes , con distintos episodios en los que el grupo de los Morones «trató de impedir a miembros del grupo de los Zamoranos» trabajar sus puestos ambulantes en mercadillos de la provincia de Pontevedra a través de «actos de coacción, enfrentamientos, agresiones y una presión violenta e intimidatoria». En el mes de noviembre ya se había vivido un enfrentamiento en la feria de Cangas y se había registrado un tiroteo en la autovía de circunvalación de Vigo, después de la celebración del mercadillo.

«Te vamos a matar»

El 6 de noviembre, prosigue la Fiscalía, según informa Ep, los miembros de los Morones Sinaí Giménez, sus hermanas María Consuelo e Irene, y su sobrina Débora, junto a otras 30 personas no identificadas, se aproximaron a Felipe S. S. para «amedrentarle y forzarle a desmontar los tenderetes» del clan Zamorano. «Te vamos a matar, vuelve a irte para Zamora. Esta tarde voy a ir a tu casa para matarte a tí y a toda tu familia, te voy a pegar dos tiros con mi pistola . Vete comprándote un panteón en Zamora», es una de las amenazas recogidas en el escrito que habrían pronunciado los acusados. Sinaí Giménez, añade, habría lanzado además sin alcanzarle un hierro hacia Felipe S. S. y habría acompañado sus actos de un gesto simulando que empuñaba una pistola.

Durante la sesión, Felipe S. S. ha declarado por videoconferencia desde O Porriño y se ha ratificado en los hechos narrados por la Fiscalía. Ha encuadrado lo sucedido en toda una serie de incidentes previos que atribuyó a la pretensión de los Morones de que su clan abandonase Galicia. Su clan, desterrado en 2014 durante un mes a Castilla, no ha podido tener «una vida normal», aseguró en su declaración.

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