CASO DIANA QUER

Pintadas en casa del Chicle: «Asesino, estás muerto»

Los mensajes amenazantes contra Abuín y las muestras de cariño hacia Diana se dan cita en Taragoña, epicentro del trágico desenlace

Pintadas en la fachada de la casa de José Enrique Abuín MIGUEL MUÑIZ

PATRICIA ABET

Pocos en Taragoña, una población ubicada en plena comarca de O Barbanza y con apenas dos mil habitantes, ignoraban los tejemanejes que vinculaban a Enrique Abuín con el mundo del trapicheo. Era vox populi que «Chikilín» —como en realidad lo conocen sus vecinos— frecuentaba el entorno del clan de Os Fanchos y que incluso pasó tres meses en prisión condicional por esconder en la casa de sus padres parte de un alijo de cocaína. La sentencia a dos años a la que lo condenó el tribunal encargado de juzgar los hechos está recurrida, por lo que el paso de Abuín por prisión fue fugaz, pero él nunca se avergonzó de él. Es más, su círculo reconoce que era frecuente oírlo «fanfarronear de sus cosas» e incluso asegurar que la cárcel no es tan mala «porque sales de ella con paro» .

La fama de traficante del autor confeso de la desaparición más mediática de la última década y las malas compañías de las que se rodeaba fueron freno para que algunos de sus convecinos entablasen con él una relación, más allá del simple saludo. «Sabes a lo que se dedica y guardas las distancias», aseguran a este medio. Sin embargo, ninguno ligó jamás este pasado delictivo a la desaparición de Diana Quer. Quizás por lo inesperado de una detención que cogió a todos los habitantes de este pequeño municipio con el pie cambiado, hubo quien ayer quiso manifestar su rabia a través de una pintada en la fachada de la casa de Abuín.

«Asesino, cómplice, Chiquilín estás muerto» rezaba desde el amanecer un mensaje sin cara B sobre el que nadie parece saber nada. A lo largo de la mañana, agentes de la Guardia Civil preguntaron a los vecinos si alguien había visto u oído algo, pero no hubo respuesta.

Corona de flores enviada por la madre de Diana Quer y colocada a la entrada de la nave abandonada donde apareció el cadáver de la joven madrileña
Corona de flores enviada por la madre de Diana Quer y colocada a la entrada de la nave abandonada donde apareció el cadáver de la joven madrileña-MIGUEL MUÑIZ

Esta muestra de la indignación de un pueblo roto por el dolor contrasta con el blanco de las flores que desde hace días recuerdan a Diana en el lugar del que su cuerpo fue rescatado. Entre rosas, velas y muestras de cariño anónimas destaca la cinta de una corona con la que la madre de la joven madrileña y su hermana Valeria quisieron honrar la memoria de la fallecida . El escenario de la tragedia, aún precintado, será en próximos días objeto de una exploración que buscará despejar algunas de las incógnitas que aún están en el aire. La que más preocupa a los investigadores es confirmar si esta vieja fábrica de gaseosas —ahora propiedad de un banco, desescombrada con posterioridad a la desaparición de Diana Quer y en venta por más de 200.000 euros— fue la zona cero del crimen.

Para ello desplegarán toda clase de medios técnicos y no se descarta una reconstrucción en la que esté presente el propio Abuín , aunque por el momento no ha trascendido ninguna fecha.

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