La pesca gallega confía en que Bruselas corrija la «salvaje» reducción de cuotas

En los puertos de la Mariña lucense, más del 60% de las descargas que se realizan son de merluza. La preocupación se ha instalado en municipios como Viveiro y Burela donde buena parte de la población vive de actividades relacionadas con la pesca. A más de 1.600 kilómetros de distancia, en Bruselas, los ministros de la Unión Europea negocian desde el lunes las nuevas cuotas que fijarán las capturas permitidas para el próximo año. La propuesta es, en palabras del patrón mayor de Burela y presidente de la Federación Nacional de Cofradías españolas, Basilio Otero, «una salvajada». El sector confía en que tras las reuniones, que se han retomado a las seis de la tarde, las cuotas permitan que la pesca siga siendo una actividad rentable .

Como punto de partida para las negociaciones, la Comisión Europea ha propuesto una rebaja del 30% de las capturas para la merluza en el Atlántico sur (en la franja del Cantábrico) y otra del 19% para el Atlántico Norte (Golfo de Vizcaya, Gran Sol y Escocia) donde también faenan numerosos barcos con bandera gallega. Además de la merluza, los recortes en los Totales Admisibles de Capturas (TAC) llegan a otras especies como el jurel en aguas ibéricas (-24%), el rape de caladeros del norte (-12%) y el gallo capturado en el Golfo de Vizcaya y el Gran Sol (-10%).

A la capital europea se ha desplazado la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina y también la conselleira de Mar, Rosa Quintana , que tratan de suavizar los recortes planteados por la Comisión Europea. Pero en Bruselas están también siguiendo de cerca las negociaciones los representantes del sector en Galicia. El lunes por la tarde se reunían con Quintana y esta mañana era Tejerina la que les informaba del avance de las negociaciones. «Hay un compromiso de las administraciones para que se tenga en cuenta el impacto socioeconómico que podrían tener estos recortes, y creemos que algo se suavizarán», explica Jesús Lourido, responsable de flota de Puerto de Celeiro, un grupo de nueve empresas, que cuenta con 20 barcos y da empleo directo a unas 450 personas en la Mariña. «Las negociaciones son complicadas, pero la esperanza es lo último que se pierde», indica el patrón mayor de Burela, también desde Bruselas.

Tanto España, como Galicia, pretenden convencer al resto de países que además de los criterios de sostenibilidad de las especies, se debe tener en cuenta el impacto socioeconómico que tendría la reducción de capturas en las comunidades pesqueras . «Nosotros somos los máximos interesados en que se recuperen las especies», indica Lourido, quien considera incomprensible la propuesta de reducir un 19% la merluza del norte. Según el responsable de flota de Puerto do Celeiro, tras años rebajando las capturas los informes científicos recomendaron una reducción del 7% de las cuotas para 2018. Lourido indica que este «ajuste técnico» sería el acuerdo deseable para esa pesquería.

Las autoridades europeas «se están poniendo muy duras con el rendimiento máximo sostenible», explica Basilio Otero, para pedir algo más de tiempo a la flota para adaptarse . Los científicos utilizan este concepto para designar el máximo que se puede pescar sin comprometer el futuro de una determinada especie. Pero el presidente de la Federación Nacional de Cofradías españolas recalca que en los últimos años se ha estado haciendo un esfuerzo importante y que los stocks han ido mejorando. «Dado que la biomasa se está recuperando, deberían de tener en cuenta la parte socioeconómica. Los marineros somos los primeros interesados en que no se agoten las especies, vivimos de eso, pero también queremos vivir y no acabar desguazando barcos y perdiendo puestos de trabajo», subraya Basilio Otero . El también patrón mayor de Burela explica que de mantenerse la rebaja de capturas en merluza y otras especies, prácticamente toda la flota gallega se vería seriamente afectada.