El pederasta de Friol, condenado por abusar de su hijo y dos menores, no se librará de la cárcel

M. M, conocido en la escena pública como el pederasta de Friol , seguirá en la cárcel pese a su intento por quedar momentáneamente en libertad. Así lo ha confirmado su abogado, César Lodos, encargado de interponer un recurso de súplica para que su cliente saliera de la celda, al menos, hasta que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) no se pronuncie sobre la apelación formulada por su defensa. M. M fue condenado a 35 años de prisión por abusar de su hijo y otros dos amigos menores . Durante la celebración del juicio, reconoció haberse masturbado junto a su hijo y haber enseñado el pene por webcam a una menor, además de amenazar a los jóvenes con contar lo sucedido en el instituto.

En declaraciones a la agencia Efe, Lodos lamentó que la vista oral no hubiese servido para demostrar «la inocencia» del pederasta de Friol , a pesar de las «incoherencias» y las «contradicciones» en las que --según el letrado-- incurrieron las víctimas. Lodos echó en falta la aportación de «algun elemento externo» que corroborara la versión de los pequeños, puesto que en este tipo de casos, cree, «es muy fácil manipularlos». En ello deposita sus «esperanzas» para que prospere el recurso.

El juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Lugo en diciembre del pasado año, dejó testimonios escalofriantes, com el momento en el que hijo confesó haber masturbado a M. M. porque quien se lo pedía era su padre , o la práctica de felaciones y sexo anal. El acusado, no obstante, defendió en todo momento su inocencia, aunque sí hubo de admitir hechos como haber ayudado al menor a «limpiarse» en el baño.

La Fiscalía pidió para él 15 años de cárcel para cada uno de los tres casos de abuso. Su exmujer, como acusación particular, pidió elevar a 21 años por caso una pena que al final se quedó en 35, con el correspondiente pago de 70.000 euros indemnizaciones. La Audiencia, además, le impuso una orden de alejamiento de las víctimas durante dieciséis años después de salir de la cárcel.