Familias del Emilio Navasqüés, ayer, en la manifestación
Familias del Emilio Navasqüés, ayer, en la manifestación - MIGUEL MUÑIZ

Padres y alumnos rodean la Xunta contra la reordenación de centros

Feijóo: «Pido un mínimo de reflexión: lo que queremos es mejorar la educación»

Santiago Actualizado: Guardar
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Iván y Xoel, alumnos de 1º de Primaria del Emilio Navasqüés de Outes, son dos de los manifestantes más jóvenes que ayer, acompañados por profesores y padres, rodearon la sede de la Xunta en San Caetano. Corean por un pequeño megáfono que no quieren moverse de su colegio, uno de los afectados por la reorganización de la oferta docente planificada por Educación. El nuevo CEIP unificado de Outes, ubicado en las instalaciones del actual CEIP Plurilingüe Serra de Outes, dista algo más de tres kilómetros de su colegio, pero sobre todo, explica Sandra Castro, madre de Xoel, funciona con dinámicas distintas: sus hijos tendrán que incorporarse a una jornada partida, lo que trastocará la organización diaria de las familias, casi todas, dice, dedicadas al marisqueo.

Con el plazo de matrícula cerrado, añade Esperanza Lestón, el cambio deja además sin margen a las familias.

Más de un millar de personas, convocadas por la Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público, reclamaron ayer un paso atrás a la Xunta en sus planes para los cuatro centros de As Pontes, Outes, O Porriño y Ribadavia afectados por el traslado de alumnos. «Venimos a transmitir la rabia de una villa», dijo el alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación provincial, Valentín González Formoso, encabezando una abultada delegación formada por 14 autobuses y acompañada por 150 camiones de vecinos ocupados en el transporte del carbón a Endesa. El CPI Monte Caxado desaparece a nivel administrativo, integrando su edificio y a su alumnado de Infantil y Primaria en el CEIP contiguo de A Magdalena y trasladando al IES Moncho Valcárce a sus estudiantes de ESO. «A día de hoy, mis hijas están matriculadas en un centro que no existe», dijo Belén Castro, presidenta de la ampa.

Con las familias estuvieron los dirigentes de PSdeG y En Marea, y la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, que ayer se sumó a la petición de dimisión del conselleiro lanzada el lunes por Luís Villares.

Traslados de «200 o 600 metros»

El presidente de la Xunta solicitó «reflexión» a las familias. «Pido una reflexión, queremos mejorar la educación de los hijos», dijo tras la reunión semanal de su gabinete. «No cerramos ni una sola aula» y hay traslados «de pared con pared», agregó. En algunos casos, el foco de la polémica está «en distancias de 200 o 650 metros dentro del mismo pueblo», precisó Núñez Feijóo, defendiendo que la concentración de alumnos busca ampliar servicios y mejorar la oferta, escolarizando además a los estudiantes de cada etapa con otros de sus mismas edades.

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