Manifestación a favor de los detenidos que recorrió este martes las calles de Santiago
Manifestación a favor de los detenidos que recorrió este martes las calles de Santiago - EFE

Nueve detenidos por daños en los disturbios pro-okupas de Santiago

En Marea se posiciona con los manifestantes arrestados, mientras el PP consideró que lo ocurrido hace 10 días permitió ver «la cara más antidemocrática de los representantes de la izquierda radical»

Santiago Actualizado: Guardar
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Nueve personas fueron arrestadas ayer en el marco de la investigación desatada tras las protestas pro-okupas que en las últimas semanas han sacudido las calles de la capital gallega. El operativo se llevó a cabo en varios puntos de Galicia y responde a un análisis pormenorizado de las grabaciones de las manifestaciones —todas ellas ilegales— que los afines al colectivo okupa protagonizaron en Santiago, en concreto, a la concentración del pasado 30 de mayo. A los detenidos —cinco en Santiago, dos en Orense y dos en La Coruña— se les imputan destrozos en escaparates de locales de la zona antigua, además de daños en algunos cajeros automáticos y mobiliario urbano.

Todos estos incidentes se habrían producido el mismo día en que, por orden judicial, efectivos de la Policía procedieron al tapiado de un inmueble del casco viejo compostelano en el que un grupo de okupas llevaban tres años desarrollando diversas actividades, y que contaba con una barra de bar y un espacio de conciertos.

Esta manifestación, en la que seis antidisturbios resultaron heridos, fue la primera de un total de tres convocatorias en contra de la clausura del local «Escarnio e Maldizer». La última, el pasado día 10 de junio, desembocó en la ocupación del patio del colegio Peleteiro, en pleno Ensanche de la capital. Según fuentes policiales, los manifestantes habían roto previamente los candados del inmueble para amotinarse en él. El asalto, que obligó a bloquear varias calles de la ciudad, se saldó con un desalojo pacífico, decenas de palos, escudos y pasamontañas requisados, y dos personas detenidas. En total, son una docena ya los manifestantes arrestados por su actuación durante estos disturbios y cientos los identificados. Los nueve de ayer quedaron en libertad a última hora de la tarde, tras su paso a disposición judicial. A todos se los investiga por un delito contra el orden público.

El rupturismo cierra filas

Además de llevar el caos a las calles de Santiago, esta oleada de concentraciones puso de relieve las desavenencias entre el Gobierno populista liderado por Martiño Noriega y las fuerzas de seguridad. Según el alcalde, la actitud de los okupas «fue modélica» y su asalto al Peleteiro un ejemplo de «resistencia pasiva». La Policía Nacional, por su parte, evidenció con el apoyo de PP y PSOE que la intervención de los agentes fue medida y acorde a la magnitud de los hechos. La tibieza de Raxoi indignó también a Xunta y sindicatos policiales, que exigen contundencia ante ese tipo de concentraciones sin permiso en las que «700 personas ponen en vilo el día a día de 95.000».

Ayer, y tras conocerse la detención de otras nueve personas, En Marea emitió un comunicado posicionándose con los afines a los okupas y exigiendo la puesta en libertad de los arrestados. Por su parte, la diputada popular Paula Prado consideró que lo ocurrido hace 10 días permitió ver «la cara más antidemocrática de los representantes de la izquierda radical», pues el alcalde se posicionó del lado de «los vándalos» que agredieron a policías, aseguró.

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