El portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, en rueda de prensa
El portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, en rueda de prensa - M. MUÑIZ

En Marea guarda silencio hasta la aprobación de sus retribuciones

Villares anticipa un acuerdo pero evita confirmar si cobrarán tres salarios mínimos

Santiago Actualizado: Guardar
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La hora de conocer si los diputados autonómicos de En Marea tendrán otro salario distinto a los parlamentarios del Congreso está cerca. «De forma inminente», en palabras del portavoz Luís Villares, se hará pública la nueva Carta Financiera que en estos momentos se discute en el seno de la formación y que ya ha sido motivo de discordia interna. La dirección gallega de Podemos adelantó que, sea cual sea el documento pactado, ningún diputado adscrito a la formación morada cobrará más de tres salarios mínimos interprofesionales.

Ayer en rueda de prensa, Villares evitó confirmar si En Marea seguirá tal extremo. Se limitó a asegurar que existe un consenso «desde hace tiempo» pero no si orbita alrededor de los 1.900 euros que perciben los seis diputados que los rupturistas manejan en el Congreso.

«Sobre las cuestiones orgánicas, prefiero que sean los órganos del partido los que hagan una valoración», respondió al respecto de esa posible asimetría salarial.

Actualmente, un representante del Parlamento de Galicia percibe una cantidad mensual de 4.800 euros — 1.942 euros de base más un complemento de 2.587 en concepto de gastos de alojamiento y manutención; y otro de 280 para gastos de representación—. Cada partido político establece en su código de funcionamiento interno la parte alícuota del sueldo que debe destinar a la organización. En el caso de la Marea, el debate se ha convertido en asunto con el que desarrollar una lógica partidista. Si Podemos cuestionó en su momento los privilegios de la clase política —la «casta— y se limitó sus retribuciones, la confluencia gallega ha de resolver ahora ese callejón, pero el discurso sigue derroteros muy parejos: «Se pretende evitar que la política se convierta en una profesión, regulando una serie de incompatibilidades, limitando salarios y cargos y renunciando a todo tipo de privilegios», asegura su Código Ético.

A deducir del texto, la limitación de los salarios es un objetivo inexcusable, aunque la coordinadora todavía no haya decidido cuánto ni qué proporción se va a destinar al financiamiento interno.

El órgano competente para dilucidar esta cuestión es la coordinadora, la dirección provisional que gestiona el día a día orgánico de En Marea y prepara el proceso para la elección de una cúpula definitiva. Se reúnen semanalmente. En ese espacio, están representadas las voces de todas las sensibilidades internas, desde Podemos, Anova y Esquerda Unida hasta representantes de las mareas municipales. Ahora, cuando está a punto de cumplirse un mes desde que se celebró la sesión de constitución de la Cámara autonómica, la organización de los salarios del grupo va con el paso de las semanas convirtiéndose en un debate prioritario.

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