Dos reporteros fotografían la zona de Taragoña donde apareció el móvil de Diana Quer
Dos reporteros fotografían la zona de Taragoña donde apareció el móvil de Diana Quer - EFE

La investigación podrá recuperar todos los datos del móvil de Diana Quer

El teléfono ya ha sido despiezado y al secar será montado para volcar su contenido

Santiago Actualizado: Guardar
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La información que Diana Quer guardaba en su teléfono móvil en el momento de su desaparición podrá ser recuperada tras el inesperado hallazgo del dispositivo en el puerto de Taragoña. Después de someterlo a un proceso de desalinización y secado, los agentes especializados de la Guardia Civil están seguros de que podrán acceder al cien por cien de los contenidos que contenía la tarjeta SIM del Iphone 6 de la muchacha de Pozuelo, desaparecida en A Pobra do Caramiñal el pasado 22 de agosto. Según fuentes próximas al caso revelaron a ABC, los chips del teléfono serán montados de nuevo esta semana sobre una placa virgen, lo que permitirá conocer –entre otras claves– si el dispositivo se apagó porque la batería se agotó o fue una desconexión forzada.

También parece confirmado que el móvil no fue destrozado antes de lanzarlo mar y que las roturas de pantalla que presentaba se deben a la dilatación de la batería. Igual de relevante para el caso es determinar si el Iphone fue lanzado desde el puente que conecta Taragoña y A Pobra o si lo tiraron desde el propio muelle, la hipótesis más plausible teniendo en cuenta que el aparato fue encontrado por un mariscador a 30 metros de la orilla.

La aparición del teléfono, escondido entre el lodo y las piedras, sirvió a los investigadores para asegurar una de las líneas de trabajo más potentes, la de que Diana se montó en un coche aquella madrugada en el entorno de las 2.40 horas y se dirigió a algún paraje cercano a Taragoña, una población de poco más de dos mil habitantes de la comarca de O Barbanza. Así lo indica la señal GPS del teléfono de la joven, que se pierde a partir de las 3.30 de la madrugada. Con el móvil ya localizado será posible determinar si fue en ese momento cuando se quedó sin batería o si el apagado fue obligado.

Dos focos de trabajo

Paralelamente al análisis del teléfono de la desaparecida y según ha podido saber ABC, los agentes encargados de esta compleja investigación centran desde hace días sus pesquisas en un municipio próximo a Taragoña. Es en este lugar donde ahora mismo despliegan todos sus medios para desvelar qué aconteció la noche del suceso, aunque no tienen duda de que el desenlace de aquella enigmática madrugada tuvo Taragoña como escenario.

Los avances en el caso tras 70 días desde la marcha de Diana Quer se centran en descubrir qué sucedió a partir de las 2.40 de la madrugada, la hora a la que la joven dio señales de vida por última vez. En este punto de la investigación, la idea de una fuga voluntaria ya no se contempla y todos los esfuerzos están orientados a revelar quién o quiénes acompañaron en su viaje a Diana aquella noche. Unos testigos afirmaron haber visto, un mes después del arranque de la investigación, a una chica muy parecida a Diana bajándose de un vehículo en el puerto de Taragoña y montándose en otro con un hombre con «mala pinta». Sin embargo, no pudieron concretar si se trataba de ella ni la marca de los vehículos en cuestión.

Sus últimos pasos

Al margen de este testimonio no existen más datos sobre los pasos que Diana Quer pudo seguir antes de que su paradero se convirtiese en una verdadera incógnita. La última declaración fiable para los agentes sitúa a la chica a la salida de A Pobra do Caramiñal, sola y de camino a su vivienda de veraneo, a más de un kilómetro de distancia. Pero el GPS de su teléfono dice que nunca llegó a la casa y que su itinerario se modificó apenas unos metros más adelante de que dos personas la viesen.

En el momento de su marcha Diana llevaba encima 20 euros y su copia de las llaves de casa. Ni tarjetas de crédito ni su DNI, por lo que los investigadores nunca pensaron en un plan premeditado por parte de la chica. Además, la madre reconoció que su hija no había previsto bajar aquella noche a las fiestas, y que lo decidió en el último momento tras recibir una llamada. Tras dos meses sin noticias, el cerco parece estrecharse.

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