Ganadores y perdedores

Hace dos semanas, en esta misma columna, vaticinábamos que Sánchez iba a imponerse a Díaz en Galicia con una mayor contundencia de la que Leiceaga tuvo con Méndez Romeu. Nos quedamos cortos, desde luego. Las primarias socialistas revelan un corrimiento de fuerzas dentro de las familias del PSdeG, donde los aparentemente desahuciados «oficialistas» han exhibido una descomunal fuerza frente a los «críticos» vertebrados alrededor de Abel Caballero, abandonados por un sector relevante de la militancia.

El alcalde de Vigo, su entorno y los «pachistas» son los grandes derrotados en este proceso, en el que nadie ha sido neutral, por acción u omisión. Quien diga lo contrario, miente. En público o en privado, los distintos aparatos institucionales y orgánicos han movido a sus afines para votar.

Así que no valen lamentos sino recuentos: ha ganado la gestora de Pilar Cancela. De nuevo. Qué casualidad.

La derrota de Caballero es interna, esto es, no se extiende a su condición de alcalde. Más que nada porque quien lo sostiene como regidor son los votos de la derecha viguesa, no la izquierda. Pero le cierra la puerta a intentar el asalto orgánico del PSdeG. Sospecho que solo pondrá una línea roja: Gonzalo Caballero. Si solo pide eso a cambio de mantener una mínima paz interna, el bando ganador haría bien en aceptar el precio. Es baratísimo.

Y todos los ojos se ponen ahora en el bando vencedor, del que debe salir el nuevo líder del PSdeG. En un orden racional de las cosas, ese debería ser Valentín González Formoso, pero él se niega insistentemente. Es difícil buscar alguien más en La Coruña, a la vista del desastre del partido en la ciudad. Ferrol y Orense no cuentan, por estar todavía peor. ¿Y si hubiera un mirlo blanco en Pontevedra? ¿Vilagarcía, tal vez? Por especular...