Las fuertes tormentas siembran el caos en buena parte de Galicia

Galicia volvió a vivir ayer una nueva jornada de tormentas. En los dos últimos dos días han caído más de 11.000 rayos en la Comunidad, que ayer estuvo en alerta amarilla por lluvias y tormentas. Una de las zonas más afectadas fue Santiago de Compostela, donde se registraron numerosas incidencias. En el polígono del Tambre de la capital gallega, la intensa tromba de agua provocó que varios coches quedasen atrapados .

Según informó ayer el 112, pese a que en algunos de los vehículos había personas dentro, al cierre de esta edición no se tenía constancia de que hubiese heridos. La inundación se produjo a media tarde en la vía Edison, que quedó totalmente cubierta por el agua. Además, el Concello informó de que varios semáforos resultaron afectados.

Durante la tarde del domingo la provincia de Ourense registró múltiples incidentes. En Verín, el Ayuntamiento publicó ayer un bando en el que informa de que el agua de la traída no es apta para el consumo humano . La tormenta de granizo caída el pasado domingo arrastró los residuos y las cenizas del gran incendio forestal de hace 20 días hasta el río Támega, en una zona ubicada a unos metros del punto de captación de agua, según explicó el alcalde de la localidad, Gerardo Seoane a Europa Press. Además de problemas en la circulación en la A-52 y en otras carreteras comarcales , en la provincia también se registraron inundaciones en bajos, calles y locales comerciales. Uno de los ayuntamientos más afectados fue O Carballiño, donde se atendieron unas «cien llamadas» por incidencias, explicó a Ep, el alcalde Adolfo Nogueira.

Las granizadas también han causado desperfectos en las vides. El Consejo Regulador de O Ribeiro recomendó ayer adelantar la vendimia para evitar la podredumbre de los racimos afectados. Sin embargo, en la comarca de Valdeorras no se registraron daños significativos.

La provincia de Lugo tampoco se libró de los efectos de las tormentas. En Viveiro la granizada coincidió con la celebración de la romería del Naseiro. «Hubo un ataque de pánico, la gente empezó a correr y a coger los coches», explicó la alcaldesa María Loureiro, quien relató que «nunca se había visto un granizo tan grande, que una vez derretido se convirtió en lagunas de agua» , A primera hora de ayer se volvían a preparar para retomar la fiesta, tras acondicionar el campo de la fiesta.