Los expedientes a niños de Primaria triplican la cifra de cuatro años atrás

Con un índice de 3,4 alumnos expedientados por cada mil , Galicia mantiene —con todas las comunidades del norte peninsular— una de las menores ratios de conflictividad escolar, una situación ventajosa respecto a autonomías como Andalucía, Canarias o Madrid que, en ningún caso, advierte el sindicato docente ANPE, impide analizar con alerta el aumento operado en los últimos cursos en el volumen de medidas disciplinarias ejecutadas.

Durante el último año académico se concluyeron en los centros educativos de la Comunidad 1.010 expedientes contra alumnos, un 18,6% más que en el curso anterior y un 51,8% más que en 2014-2015 . Y la evolución, detalló ayer en rueda de prensa Julio Díaz, presidente de ANPE-Galicia, preocupa singularmente en FP Básica (con 3,53 alumnos expedientados por cada cien) y en Primaria. En esta última etapa, que escolariza a alumnos de seis a doce años de edad —«edades muy cortas», enfatizó Díaz—, el número de expedientes ha crecido de forma notable en los últimos dos cursos, con 86 medidas cuantificadas en el curso 20162017, prácticamente triplicando las 32 medidas ejecutadas en 2014-2015 y adelantado en casi 160 puntos porcentuales las 54 registradas en el año 20152016. Agresiones a compañeros o comportamientos disruptivos constantes que impiden el desarrollo de la actividad docente son las causas más comunes en los expedientes abiertos en esta etapa educativa, según precisó el presidente de ANPE-Galicia, que insistió en contextualizar la ejecución de este tipo de medidas como un último recurso que implica el fracaso de intentos de resolución anteriores.

El sindicato docente enmarcó muchos de los problemas de comportamiento en las aulas en la falta de implicación de las familias y una creciente desautorización de la figura del profesor alimentada por algunos padres y tutores. «Año tras año vemos que nuestro verdadero problema no es la relación con los niños sino con algunos padres», apuntó Díaz. Durante el último curso, expuso Julio Trashorras, responsable en Galicia del servicio de Defensor del Profesor que ANPE presta a profesores afectados por situaciones de acoso, un 22% de las consultas y quejas transmitidas por docentes gallegos se referían a insultos, amenazas o coacciones protagonizadas por padres de alumnos, doce puntos más que un año atrás.

ANPE-Galicia insiste en reforzar la cooperación entre progenitores y escuela y demanda actuaciones a la Administración que permitan ofrecer alternativas efectivas y motivadoras a menores desconectados del sistema y sin interés en las aulas durante los años de escolarización obligatoria.