La eurodiputada antivacunas no dimite ni aclara su transfuguismo

La eurodiputada gallega Lidia Senra no matiza ni una coma del contenido de su pregunta parlamentaria a la Comisión Europea, en la que deslizaba dudas sobre la seguridad de las vacunas que se prescriben y dosifican en la sanidad pública. A través de un comunicado remitido ayer desde su oficina en Estrasburgo, Senra replica que su iniciativa «no va de vacunas sí o vacunas no» sino en pedir que «se garantice la transparencia, la información, de que los poderes públicos garanticen la seguridad frente al poder de los laboratorios».

Sin embargo, el contenido de su pregunta —que ella misma enlaza en la nota— es otro bien distinto, al afirmar que la vacunación es «una práctica de riesgo» cuya «seguridad nadie ha podido demostrar» , y al dirigirse a la Comisión Europea para que «las familias y el personal sanitario reciban información sobre todos los efectos secundarios que puede producir cada componente de las vacunas», dado que «tienen efectos colaterales (...) y en ocasiones pueden llegar a ocasionar la muerte» .

En su respuesta, que rompe un silencio de varios días durante el cual ha sido desautorizada en su postura por los partidos de la izquierda rupturista que la incluyeron en la lista al Parlamento Europeo, Senra atribuye al PP haber lanzado «un ataque contra mí por una pregunta registrada en el mes de agosto» con el fin de «tapar el debate, el malestar social sobre el deterioro de la sanidad y la falta de medios y las movilizaciones que está habiendo en Galicia en defensa de la sanidad pública».

Sin embargo, las declaraciones de Senra no se corresponden con la verdad, ya que sus mayores críticos desde que trascendió su pregunta sobre las vacunas son Anova, En Marea y Esquerda Unida , los partidos del entorno rupturista del que ella surgió. De hecho, EU la considera «una tránsfuga» que actúa al margen del grupo parlamentario de la Izquierda Plural desde hace más de un año y reclama la devolución del acta de eurodiputada —que pertenece a la extinta AGE—. Senra no aclaró esta situación.

Desde Anova, la formación nacionalista que la propuso al Parlamento Europeo, también se desligaron por completo de la pregunta de Senra, que tildaron de «postura individual no refrendada» por la organización. Incluso En Marea —cuyo portavoz, Luís Villares, ha defendido la vigencia de la colaboración con Senra— se vio obligada a desmarcarse de la «posición política y científica» de la exdirigente del Sindicato Labrego Galego. Senra ayer obvió este rosario de desautorizaciones y defendió su derecho a no tener miedo a preguntar.