Los críticos del PSdeG se apoyan en Caballero y piden que «no se culpe a las víctimas»

Los críticos del PSdeG-PSOE siguen con paso firme la senda marcada por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, en relación a las críticas a la gestora, vertidas por el regidor en una entrevista el domingo pasado en ABC. Tanto dirigentes orensanos como pontevedreses cerraron filas con el barón socialista y defendieron con entusiasmo sus declaraciones. De forma explícita, la secretaria de Organización de Orense, María Quintas, manifestó a este diario que «el alcalde de la mayor ciudad de Galicia es la persona con mayor poder institucional y con un mejor resultado electoral y no deberían de caer en saco roto sus impresiones». También el secretario de la agrupación de Caldas (Pontevedra), Manuel González, reconoció a este diario estar «bastante de acuerdo» con lo que dice el alcalde Caballero.

Las consecuencias

Lejos de reconocer ninguna tutela del regidor vigués, ni tampoco de «Pachi» Vázquez, los socialistas de Pontevedra y Orense consideran que los argumentos de ambos dirigentes son «difíciles de rebatir». En este sentido, Quintas aseguró que «no se puede hacer culpables a las víctimas, porque hay que valorar la repercusión de una decisión y si no se ha valorado no debe ser dirección». En términos parecidos, el concejal de Caldas reflexionaba sobre los cambios impulsados desde la sede nacional de O Pino para decir: «Cuando uno se implica por ciertos nombres, considera que los demás no somos válidos, y si se salta el proceso tiene que asumir las consecuencias».

Las entrevistas publicadas en ABC el pasado fin de semana se convirtieron en una vía de escape para los militantes críticos. Tan solo veinticuatro horas después de su publicación continúan intercambiándose mensajes de móvil y las confesiones se comparten en las redes sociales. Algunos militantes de Valga informaron a candidatos al Parlamento de las impresiones del alcalde y otros como el edil de Piñor, Francisco Fraga, comentan en las redes sociales: «Entrevista muy interesante». En la misma línea, militantes como José Manuel Montero de Orense ironizan en la red sobre el número de asistentes a la presentación de las bases programáticas del PSdeG el pasado domingo en Santiago. Y los demás no dejan de ironizar sobre el nivel de concurrencia a los eventos protagonizados por el candidato socialista.

La desconfianza y el despecho de los críticos no impide, según manifestaron los socialistas consultados por ABC, su «lealtad» con el proyecto. El concejal de Caldas aseguró que «nadie dude de que trabajaré, como hemos hecho siempre, para que el PSdeG tenga un buen resultado electoral». En la misma línea, María Quintas agregó que es «compatible la libertad de expresión que siempre se dio en nuestro partido con la crítica constructiva para tratar de defender los intereses de todos los afiliados».

Y mientras la posición de los críticos no cambia, el candidato tampoco modifica su estrategia. Leiceaga se mostró ayer convencido de que es posible «construir una alternativa» de izquierdas que esté «liderada» por su partido. Preguntado por los periodistas sobre la posibilidad de que el PSdeG caiga hasta la tercera posición en el orden de prioridades de los gallegos, se quedó con que los últimos sondeos refieren «un avance» en los votos a su formación durante el mes de agosto «a pesar de todos los pesares», en alusión a los problemas internos que han salido a la luz durante este verano.

Indecisos

En paralelo, dio por hecho que, al igual que ocurrió en las últimas elecciones generales, los indecisos acabarán «volcándose» en el PSOE. «Nos van a dar un resultado por encima de lo que indican algunos estudios demoscópicos», aventuró. A renglón seguido, en contraposición al mensaje de «estabilidad» que reivindica el PP frente a los «líos» de la «multioposición», Leiceaga relacionó ese tipo de afirmaciones a que a los populares «no les interesa hablar de sus políticas» ni de «proyectos de futuro». «Porque su balance es demoledor para sus intereses», concluyó. Su intención es trabajar hasta el dia 25 de septiembre para ser la «alternativa elegida por los gallegos».