Oficina de la empresa Hotusa en Chantada (Lugo)
Oficina de la empresa Hotusa en Chantada (Lugo) - MIGUEL MUÑIZ

El bono juvenil prevé crear 10.000 nuevos empleos en industria y agro

La Xunta financiará con 5.000 euros la contratación de menores de 30 años, mientras que otra ayuda de 2.000 euros completará su formación

Santiago Actualizado: Guardar
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La Xunta se revuelve contra el mantra de que «vivir y trabajar» en Galicia es, para un joven, poco menos que una entelequia. El Consello de Goberno celebrado ayer puso al servicio de esa lucha contracultural una medida para fomentar la creación de puestos de trabajo entre los menores de treinta años. Especialmente en dos áreas necesitadas de una renovación generacional, como son la industria y el sector agroalimentario. Se trata de un bono que la administración autonómica concederá a 10.000 jóvenes para «mejorar su capacitación profesional» y crear otros tantos empleos en el tejido empresarial de la Comunidad.

La iniciativa, presupuestada con 90 millones, se bifurca en dos direcciones. En primer lugar, la Xunta abonará un cheque de hasta 2.000 euros a los jóvenes que quieran incrementar su formación y pulir sus habilidades.

Lo podrán hacer, bien dentro de la empresa en la que están contratados, o en un centro externo. Para ello, el Gobierno gallego desplegará los recursos de trece centros públicos, de los cuales doce son oficinas de empleo. El restante es el centro de nuevas tecnologías de Santiago de Compostela, especializado en formar perfiles para la «industria 4.0».

A este fin irán a parar veinte de los noventa millones consignados, pero el jefe del Ejecutivo gallego alertó en su comparecencia que el espíritu de este bono no es «formar por formar». Ni mucho menos que las empresas obtengan ayudas públicas a cambio de aprovecharse del periodo formativo de la parte más joven de su plantilla. Los contratos que se creen al amparo de los bonos tendrán que tener una duración mínima de un año. Es precisamente ésta la segunda «pata» de la iniciativa: la inserción laboral.

La mayor parte de la financiación —50 millones— se centrará en el pago de las nuevas contrataciones. Por cada empleado joven incorporado, la Xunta abonará una subvención de 5.000 euros. El Gobierno, sin embargo, ha decido ser selecto con los sectores y las empresas que van a participar de sus incentivos. Por un lado, intentará abrir la puerta la «savia nueva», pero con un acento especial en el medio rural y el sector secundario. Hasta el momento, un programa piloto ofrecía las ventajas muy similares, pero sin acotar el público beneficiario a ningún rango de edad. En Andalucía, en el 2014, la Junta lanzó un bono para encontrar trabajo a 4.000 jóvenes, pero las cuantías fueron menores que las que ahora propone la Xunta: 4.800 euros anuales.

Tampoco todas las compañías están invitadas a recibir el impulso de la Xunta. Solo podrán acceder al bono aquellas que cumplan una serie de requisitos, como la estabilidad. Quedarán automáticamente excluidas del proceso de selección —la convocatoria será abierta— las firmas que no cuenten con al menos el 60 por ciento de contratos indefinidos. Del mismo modo, tendrán un «plus» de valoración las empresas con bajos índices de siniestralidad laboral que ya hayan abierto sus puertas a los más trabajadores más jóvenes. O que demuestren, además, su sensibilidad con el entorno en sus planes de responsabilidad Social.

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