Feijóo tras el Consello de Gobierno de este jueves
Feijóo tras el Consello de Gobierno de este jueves - EFE

El bloqueo institucional en España retrasará los presupuestos de la Xunta

Galicia ya ha contactado con el Ministerio para buscar una solución provisionalque permita salir de este callejón sin salida

Santiago Actualizado: Guardar
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Tras más de doscientos días con el Gobierno de España en funciones —y los que restan todavía hasta que se configure el Ejecutivo salido de las elecciones del 26-J—, los primeros efectos de la parálisis institucional comenzarán a notarse de manera casi inminente. Galicia, al igual que el resto de autonomías del Estado, tiene paralizada la elaboración de su proyecto de Presupuestos para 2017 ante la incapacidad del Ministerio de Hacienda de aprobar el techo de gasto nacional para el próximo año y, por consiguiente, las variables macroeconómicas que las distintas consejerías regionales necesitan para configurar sus cuentas.

Según explicó ayer Alberto Núñez Feijóo durante la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, Galicia ya ha contactado con el Ministerio para buscar una solución provisional que permita salir de este callejón sin salida, al menos mientras el departamento que dirige Cristóbal Montoro permanezca capitidisminuido en su actual estado en funciones.

«Si el Gobierno no fija el techo de gasto no puede convocar a las comunidades al Consejo de Política Fiscal y Financiera y, por tanto, ninguna podemos aprobar nuestro techo de gasto ni tampoco los presupuestos», explicó el mandatario gallego. El caso de Galicia y País Vasco tiene una menor gravedad, ya que la celebración de sus elecciones autonómicas este otoño forzaría a una disolución de sus respectivos parlamentos antes de poder aprobar los presupuestos. Pero en esta ocasión, Galicia no podrá ni tan siquiera sacar adelante su techo de gasto a principios de agosto, como sí hizo en 2012.

Además del cuadro macroeconómico que apruebe el Gobierno para España, hay otros dos elementos determinantes que condicionarán las distintas cuentas autonómicas. Por un lado, las entregas a cuenta que se produzcan derivadas del sistema de financiación regional y, por otro, si se produjeran alteraciones en el reparto del déficit de las administraciones públicas, ya que no sería igual asumir el 0,3% marcado inicialmente que otra cantidad diferente, fruto de alguna negociación parlamentaria para la conformación del Gobierno o la aprobación de los Presupuestos del Estado.

Y todo porque el techo de gasto del Estado debe fijarse a través de una ley, algo innaccesible en estos momentos para Hacienda, dado que los gobiernos en funciones carecen de capacidad legislativa. «Es un retraso mínimo de dos meses», calculó Feijóo, «porque como pronto esto se aprobará en agosto o septiembre», siempre en función de cuándo se constituya el nuevo Ejecutivo nacional. Según reconoció, Galicia llegó a plantearle al Ministerio «que se hicieran unas entregas a cuenta provisionales», pero Montoro le reconoció que, en estos momentos, «no tienen una fórmula alternativa». «Hasta ahora no habíamos notado la parálisis institucional, pero ahora tenemos bloqueado 2017», lamentó.

Multa ajena a Galicia

Alberto Núñez Feijóo también quiso zanjar los posibles efectos de la sanción que la Comisión Europea imponga a España por el incumplimiento de los objetivos de déficit público. «A nosotros este asunto no nos afecta de ninguna manera», afirmó contundente, esgrimiendo el hecho de que la Comunidad gallega se mantuvo dentro de los límites del déficit durante los siete años de su mandato.

No obstante, se mostró incrédulo ante el hecho de que «el expediente de la UE acabe en multa», después de que otros países incumplieran en su día estos objetivos sin que fueran sancionados, y en un momento «en el que los ciudadanos debemos creer más que nunca» en el proyecto europeo «y no alimentar el euroescepticismo». «No creo que se pueda multar a un país que redujo su déficit a la mitad», añadió el presidente gallego.

A preguntas de los periodistas, agradeció el piropo del presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, que el pasado miércoles lo situó como un posible relevo de Mariano Rajoy incluso en el actual trámite de formación de Gobierno. «Agradezco las palabras del amigo Page, pero si hay una sucesión esperada en un partido nacional es en el PSOE, y si un dirigente nacional debería estar preocupado porque un presidente autonómico quiere sustituirlo, eso no ocurre en el PP», ironizó al respecto de las tensiones entre Pedro Sánchez y Susana Díaz.

Por último, aseguró «no estar preocupado» por una posible coincidencia del juicio del «caso Gürtel» con la campaña de las elecciones gallegas. «Ni me ocupa ni me preocupa», y apuntó que podría haber sacado provecho si hubiera hecho coincidir las autonómicas de octubre con las generales del 26-J.

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