Barreras niega que Pemex vaya a deshacerse de su participación

El presidente de Hijos de J. Barreras, José García Costas, salía ayer al paso de las informaciones que apuntaban a que la petrolera mexicana Pemex, que controla el 51% del astillero vigués, pudiera estar pensando en deshacerse de su participación, tras el duro recorte anunciado por su director general, José Antonio González, de 5.524 millones. El empresario gallego no solo garantizó la permanencia de la paraestatalazteca sino también la construcción del segundo flotel, gemelo del «Reforma Pemex».

Consciente de las pérdidas de 30.315 millones que acumula en su balance la petrolera, el doble que en 2014, indicó que con la caída del precio del crudo todos los proyectos relacionados con el mercado offshore «están paralizados», pero que «hay oportunidades en otros campos».

Se refería al transporte o el ocio marítimo, para avanzar, sin aportar más detalles, que «va a haber novedades importantes» que no se darán a conocer «hasta que esté el dinero ingresado».

En este sentido, interpelado de nuevo por los medios de comunicación sobre las declaraciones realizadas por el director general de Pemex, reveló que pudo hablar con México en la tarde del martes y que el mensaje que le trasmitieron es de «calma total y absoluta», como quedó claro en último consejo de administración del astillero. «Por supuesto que no, ¿quién duda lo contrario?», señaló respecto a que Barreras pudiera formar parte del paquete de desinversiones —activos no estratégicos— a los que apuntó la azteca. Es más, atribuyó las informaciones en otro sentido a la «conmoción cerebral de los periodistas».

Preguntado sobre el «tax lease» y el recurso anunciado por Bruselas a la sentencia de la justicia Europea que da la razón a España considerando legales las bonificaciones fiscales en el sector naval, García Costas criticó la postura de Competencia. «No es bueno que lo hayan recurrido», dijo, para mencionar los perjuicios que ello puede conllevar a los bancos, «una de las patas» de este sistema. Con todo, precisó que «a nosotros no nos perjudica para lo que tenemos entre manos».

Finalmente, se remitió al contrato firmado para construir un ferri en Argelia, tras una «gran turbulencia» que llevó al presidente de la naviera a dimitir por problemas internos. «Aguardaremos a que las aguas vuelvan a su cauce», dijo.