Adriana Macías: «La vida me envolvió un gran regalo en una manga vacía»

Una década contando historias que invitan a pensar y a reflexionar. Son los años que celebra el Congreso «Lo que de verdad importa (LQDVI)», ocho de ellos con presencia en La Coruña. La Fundación que le da nombre lo ha vuelto a lograr con un éxito rotundo en su VIII edición en el Palexco herculino. Lo suyo es remover conciencias, como las de los 1.500 jóvenes que ayer no faltaron a su cita con Adriana Macías, todo un ejemplo de superación. Los mismos que quisieron ver en primera persona que la sonrisa de Sergio Aznárez es «verdadera» y que escucharon atentamente el relato de Marta Andreu, la azafata que decidió dedicar su vida a «cambiar el mundo de algunos niños».

Si de lo que se trataba era de aprender una lección, de haberlos, fueron pocos los asistentes que no salieron convencidos de que las dificultades se pueden transformar en oportunidades.

«La vida me envolvió un gran regalo en una manga vacía». Son palabras de Adriana Macías, quien conquistó al auditorio con su fuerza y vitalidad. Haber nacido sin brazos no impidió a esta mexicana, abogada, escritora y conferenciante cumplir todos sus sueños, incluso el de tener una hija como ella misma admitió. Pese a que estuvo a punto de tirar la toalla en muchos momentos de su vida, apeló a esos «inspiradores» que le obligaron a marcarse retos, cumplirlos y superarlos.

Macías fue el broche de oro a una jornada marcada por los valores que guían a la Fundación «Lo que de verdad importa» y a sus aliados como la Fundación María José Jove y entre los que destacan «el compromiso, el esfuerzo, la esperanza, la superación y, en definitiva, las ganas de vivir», tal y como destacó la presidenta de esta última y de honor del congreso, Felipa Jove.

Tras años sentada al otro lado del auditorio, Marta Andreu, presidenta de la Asociación de Empleados de Aeronáutica Solidaria (AEA Solidaria), se subía en esta ocasión al escenario para transportar al Palexco hasta India, Bolivia, República Dominicana y Haití. Su vida cambió el 12 de enero de 2010 coincidiendo con el devastador terremoto que asoló el país caribeño. 1 minuto y 22 segundos que cambiaron el rumbo de la vida de esta azafata que desde entonces se dedica a velar por los derechos de la infancia. Ayer le ponía voz a los más de 700 niños en riesgo de exclusión a los que atiende su asociación formada por personal de la compañía Air Europa. «Ellos son nuestro motor, los que nos quitan el sueño», dijo.

El momento más emotivo llegó de la mano de Sergio Aznárez. Ciego y autista, protagoniza con su hermano el documental «La sonrisa verdadera» en el que se da muestra de la superación de una persona capaz de saltar todas y cada una de las barreras que le han venido impuestas. Siempre del brazo de su otra mitad, Juanma Aznárez, ambos se embarcan en un viaje imposible por Marruecos que convierten en la gran aventura de su vida.

Así, lo que empezó siendo «un regalo para él, acabó por convertirse en una lección para quienes le acompañábamos», en palabras de Juanma Aznárez, que no dejó pasar la oportunidad de acentuar «lo afortunados que somos de poder compartir la vida con Sergio».