Caso Diana Quer

Abuín se quedará sin defensa el lunes si la autopsia revela que hubo violación

El abogado del homicida confeso no seguirá representando a su cliente si se demuestra que El Chicle miente sobre la agresión sexual a la madrileña. Está previsto un nuevo registro, de carácter más exhaustivo, en la vieja fábrica hasta la que el acusado guió a los investigadores el pasado día 31

El abogado de José Enrique Abuín, rodeado de cámaras y periodistas SALVADOR SAS/EFE

PATRICIA ABET

El futuro del autor confeso de la desaparición de Diana Quer, y también su presente más cercano, están en manos de los forenses del Instituto Anatómico de Verín encargados de estudiar los restos óseos de la fallecida para leer en ellos el triste relato de aquella madrugada fatal. Del resultado de esa compleja labor forense dependerá la nómina de presuntos delitos que se le imputarán a José Enrique Abuín , que podría engrosarse con la acusación de agresión sexual y abrir incluso el camino a la petición de prisión permanente revisable. Las conclusiones del estudio de los huesos de la chica también marcarán la relación del Chicle con su abogado defensor, Ramón Sierra, que a su salida ayer de la prisión de Teixeiro para llevarle ropa al detenido reconoció que si estos resultados no confirman la versión que le ha dado Abuín y revelan que sí forzó a Diana, abandonará el caso por falta de confianza .

«Nosotros solo sabemos lo que nos dice él, que es que la muerte de la chica se produjo por un accidente con un automóvil », especificó Sierra para anotar que «como defensa esperamos que sea verdad, si no es así nos planteamos un escenario muy distinto, ya no como defensa, sino apartarnos del caso... por una cuestión de confianza, porque podemos hacernos el tonto pero no tanto...», avanzó el penalista. Su decisión se dará a conocer, previsiblemente, a partir de las 16.30 horas del lunes.

De vuelta a Asados

En compás de espera se encuentra también el equipo de agentes que se encargará de examinar de manera minuciosa la fábrica de Asados en la que apareció el cuerpo de Diana Quer el día de Nochevieja . Con el tanque al que El Chicle arrojó a la muchacha totalmente drenado, el trabajo ahora pasa por confirmar si éste fue el escenario del dantesco crimen o si, por el contrario, Abuín hizo una parada previa en el camino . Aunque la investigación no se atreve a sentenciar y se limita a evaluar hipótesis, todo apunta a que fue esta nave —bien conocida por Abuín por su pasado como traficante en la zona y porque además llegó a trabajar en ella— el lugar al que se dirigió directamente después de secuestrar a Diana a la salida de A Pobra do Caramiñal. Por el momento no ha trascendido la fecha exacta en la que tendrá lugar esta reconstrucción y lo único claro es que el sospechoso número uno de la investigación participará de ella.

Con Enrique Abuín entre rejas (permanece en el módulo de ingresos del penal y vigilado por un preso de seguimiento) y su mujer en libertad aunque mantenga su rol de investigada en la causa, ayer quedó de relieve ante el juez de instrucción número 1 de Ribeira el papel que los cuñados del Chicle jugaron en el desarrollo de las pesquisas policiales. Desde un primer momento, tanto ellos como la propia Rosario Rodríguez le dieron cobertura al acusado, indicando que había pasado toda la noche en la casa de Taragoña.

Rol de los cuñados

No fue hasta que la Guardia Civil les mostró el aluvión de pruebas que habían recabado en su contra cuando los cuñados optaron por decir la verdad y le quitaron la careta al homicida confeso. Ayer, ambos ratificaron ante el juez que mintieron porque pensaron que Abuín era inocente y temían que su historial delictivo lo involucrase en un delito con el que, creían, no tenía nada que ver . «Los testigos han ratificado en sede judicial lo que dijeron en sede policial y, en consecuencia, no le dan cobertura ya a este individuo», apuntó el abogado de los padres de Diana, el penalista ferrolano Ricardo Pérez Lama, para declinar profundizar en «las manifestaciones concretas» hechas ante el juez porque «se trata de materia reservada».

Una semana después de que el desenlace del caso Diana Quer empezase a vislumbrarse con la detención del autor confeso de los hechos, la comarca de O Barbanza, epicentro del luctuoso suceso, sigue conmocionada . Contagiada por el despliegue mediático que desató la resolución de uno de los casos más significativos de la crónica negra española, el nombre de la madrileña y el de su presunto verdugo aparecen una y otra vez en las conversaciones de los vecinos de la zona.

Por digerir quedan aún los detalles de una madrugada de celebración que se tornó aciaga y que ha dejado huella ya en la memoria colectiva de la comarca coruñesa. En la mente de todos los vecinos se repite —reconocen algunos con la vista gacha— la imagen de una fábrica abandonada de la que nadie sospechó nunca y que formaba parte del recorrido diario de muchos de ellos. De ahí la suerte de peregrinación que desde hace días protagonizan algunos lugareños que, vela en mano, tratan de iluminar las inmediaciones de la nave, todavía precinta por la Guardia Civil . Esa vieja fábrica que, desde el pasado día 31, es también maldita.

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