¿Cómo no ahogarse por una corriente marina? Aprender de los surfistas

A veces, hay que ignorar la voz del instinto para sobrevivir, como al verse arrastrado por una corriente marina mar adentro, cuando el acto reflejo es nadar en dirección a la orilla desesperadamente, porque a la postre puede resultar fatal. Así le ha ocurrido en este arranque de la campaña turística en la Costa Blanca alicantina, con ocho muertes ya por ahogamiento causadas por el viento de Levante y la denominada «resaca de mar», esa corriente de «retorno».

Expertos de la Universidad de Alicante han difundido una recomendación que puede resultar providencial para otros muchos bañistas en peligro, y para explicarlo con claridad han puesto un ejemplo elocuente: hay que aprender de los surfistas, que aprovechan estos movimientos marinos con gran hablidad, y dejarse arrastrar momentáneamente para acto seguido nadar en diagonal o hacia un lado, no hacia la playa en un primer momento, de forma que se sale más rápido del área de riesgo de ahogarse.

«Si nos metemos en una corriente de retorno hay algo que no se debe olvidar: evitar nadar a contracorriente, hacia la orilla: esto nos dejará sin fuerzas y es lo que provoca el ahogamiento. Lo mejor es dejarse llevar y nadar hacia los lados cuando veamos olas rompiendo», recomienda el colaborador del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante Samuel Biener. «Como curiosidad, los surfistas utilizan estas corrientes para desplazarse rápidamente desde la orilla para poder llegar mar adentro y poder montar buenas olas», apunta.

Zonas de riesgo

«El viento de Levante es el que está predominando en el comienzo del verano y, en bastante días, está soplando de forma moderada alterando la situación marítima especialmente en las zonas orientadas hacia Guardamar, Bahía de Alicante, Playa de San Juan-Muchavista y algunos sectores de la Marina Alta», alertan.

Aparte de estas técnicas para salir de un apuro, el consejo más importante sigue siendo la prudencia, porque basta con seguir las indicaciones básicas a los bañistas para evitarse disgustos. «Sin embargo, creemos que el principal problema en ocasiones es la falta de sentido común y no respetar la bandera amarilla o roja hasta que se tiene el susto», señala el director del citado laboratorio, Jorge Olcina.

«Durante estos días en los que el Levante se ha dejado sentir, hemos visto a numerosos adultos y niños metidos en el agua con bandera roja, haciendo caso omiso a la prohibición de baño que en teoría hay cuando ondea esta bandera», subraya. De hecho, varios han sido los casos en que ha habido que lamentar una muerte con estas circunstancias.