La singularidad valenciana en el próximo congreso popular

La política, aunque parezca simple, tiene muchas similitudes con el fútbol. Muchas veces, el partido más importante lo juegas en tu propia casa, en tu propio club, de vestuarios hacia dentro. Eso mismo le va a suceder al PPCV con el Congreso nacional de los populares que se celebrará en Madrid el 10, 11 y 12 de febrero.

Desde las pasadas elecciones autonómicas y municipales de mayo, Génova, paralizó las intenciones de celebrar de manera extraordinaria un congreso regional de los populares valencianos, para poner en orden la estructura un partido que lo había perdido todo, en donde incluso se lanzó el órdago, de manera inteligente, de buscar una mayor autonomía, incluso un cambio de siglas para ofrecer un discurso propio valenciano, al estilo de UPN en Navarra.

Pasaron las elecciones generales y los populares valencianos volvieron a ofrecer a Rajoy, y a su actual gobierno, una bolsa de cerca de un millón de votos, que no se tradujeron en peso político en el gobierno central. No hay ningún valenciano ni en los Ministerios, ni en las Secretarías de Estado, ni en Direcciones Generales. Ahora el partido de Bonig se examina dentro de casa, de vestuarios hacia dentro, y el partido no se presenta fácil, y hay que demostrar fuerza y unidad.

Importante y significativa es la enmienda presentada a la ponencia de los populares sobre financiación, llamada “Económica y de Administración Territorial”, donde de nuevo no se ha contado con ningún valenciano en el equipo redactor. La reclamación valenciana es incluir en tal ponencia el criterio de población desplazada, y que se primen a las personas, por encima de los territorios, a la hora de recibir los servicios básicos; sanidad, educación y servicios sociales.

Otra de las enmiendas presentadas, cargadas de un simbolismo notable, y con la firma de María José Ferrer San Segundo son a favor del Derecho Civil Valenciano, leyes propias y singulares, que no han contado con la sensibilidad del Gobierno central ni de los tribunales. San Segundo reclama a través de tres enmiendas, que un estado descentralizado debe de apoyar la capacidad normativa civil de sus autonomías. En el caso valenciano en su Ley de Régimen Matrimonial, en la Custodia Compartida y en la Ley de Uniones de hecho.

El PPCV va preparando su reválida a nivel interno, mimbres y fortaleza tiene, ahora habrá que ver que defensa interna se encuentran.