Imagen de la calle del domicilio en la que se produjo el crimen
Imagen de la calle del domicilio en la que se produjo el crimen - ABC
Sucesos

«Pepa, abre que he matado a uno»

Un hombre acepta siete años de cárcel y su mujer cinco por matar a cuchilladas a su compañero de prisión

VALENCIA Actualizado: Guardar
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"Pepa, abre que he matado a uno... Pepa, abre, que hemos apuñalado a uno y lleva un cuchillo clavado en la espalda y se va a morir". Son las escalofriantes palabras del hombre que mató a cuchilladas a un antiguo compañero de prisión. Cumplirá siete años y medio de cárcel, y su mujer, cómplice del homicidio, cumplirá otros cinco. La víctima había sido invitada a la casa de a pareja a pasar unos días en marzo de 2014.

Esta pareja iba a ser juzgada este martes en la Audiencia de Valencia ante un jurado popular, sin embargo, las partes --acusaciones y defensas-- han llegado a un acuerdo por el que se han reconocido los hechos, se han conformado las penas y se ha evitado la vista.

Inicialmente el ministerio fiscal pedía para la pareja una pena de 13 años de prisión por un delito de homicidio con la circunstancia agravante de abuso de superioridad, pero finalmente se ha llegado a un acuerdo por el que el hombre cumplirá siete años y medio de cárcel y la mujer otros cinco por cómplice.

Los hechos se remontan al 18 de marzo de 2014 en la vivienda de los condenados, situada en la calle Fortaleny de Valencia. Ese día, el hombre había quedado con un antiguo compañero de prisión --la víctima--, a quien invitó a pasar unos días en su casa.

Ambos comenzaron a beber junto a la condenada en el Parque de Canales para, posteriormente, sobre las 23 horas, volver todos juntos a la vivienda que compartía la pareja. De madrugada se inició una discusión entre el condenado y la víctima y el primero empezó a golpearle por todo el cuerpo causándole numerosas contusiones.

Seguidamente, la pareja cogió dos cuchillos y mientras la víctima estaba sentada en el sofá intentando recuperarse de los golpes recibidos, empezaron a acuchillarle por todo el cuerpo. Le asestaron hasta 14 puñaladas.

En ese momento, la mujer, viendo la cantidad de sangre que iba perdiendo la víctima, le hizo un torniquete con una camiseta y decidió bajar a la calle para pedir ayuda. Entre ambos lo levantaron, lo sacaron por la puerta del domicilio y la víctima cayó al suelo en la segunda planta por la pérdida de sangre.

«Abre, que he matado a uno»

El condenado lo cogió del cuello y la mujer por las piernas y lo arrastraron escaleras abajo hasta el portal de la vivienda mientras exclamaba el hombre a su vecina: "Pepa, abre que he matado a uno... Pepa, abre, que hemos apuñalado a uno y lleva un cuchillo clavado en la espalda y se va a morir..."

El hombre, siguiendo con su voluntad de matar a la víctima --quien falleció momentos más tarde--, cogió una sudadera que llevaba atada e intentó asfixiarla apretándole el cuello. En ese momento fue sorprendido por agentes de la Policía Nacional que llegaban al lugar de los hechos.

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