Guillem Bertomeu - LLETRAFERIT

Reflexiones de un presi de falla

«Este año ha sido un ejercicio más que difícil de gestión fallera»

Imagen de Pere Fuset junto a las Falleras Mayores de Valencia y Joan Ribó ABC

He sido fallero durante toda mi vida, salvo un paréntesis donde la rebeldía adolescente te decía que era mejor hacer planes de manera independiente con los amigos que estar con la familia y tu comisión de siempre. Mi familia paterna, como bien provenientes de la Marina Alta, más concretamente Teulada y Benissa , siempre han estado vinculados a la fiesta. San Vicent Ferrer, la Puríssima Xiqueta y los desembarcos de Moros y Cristianos son algunos buenos ejemplos, además de la tradicional Festa del Moscatell, bebida insignia de la zona.

He tenido tíos fundadores de fallas y otros tantos presidentes in pectore de ellas. Si las cuentas no me cuadran en los últimos doce años he sido siete años vicepresidente y los últimos tres, contando este ejercicio que acaba de empezar, presidente. Entiendo el cargo como un servicio a tu comisión y un trabajo en pro del barrio para sacar, año tras año, un ejercicio digno adelante.

Siempre he huido de protagonismos y tampoco he sido pródigo de participar ni en la agrupación donde pertenece mi comisión ni en la Asamblea de Presidentes. Mi forma de ser presidente es más de carácter interno, ya hay bastante trabajo en cuadrar presupuestos, conseguir altas, vender loterías, buscar colaboradores….. además de conciliar la vida laboral y familiar, para encima “soportar” juntas y asambleas interminables casi a diario.

Esta semana quería, no me apetecía, hablar de fallas, tras casi el undécimo lío relacionado con ellas. Por desgracia los titulares vinculados con la fiesta vienen siempre más vinculados a la polémica y al enfrentamiento que a la unión y el facilitar la gestión a las comisiones falleras. Hemos vivido espectáculos más o menos dantescos como la encuesta fallera, aliñadas de preguntas políticas, años atrás las normativas sobre el libro de versos, la primera reprobación al concejal del ramo y Presidente de Junta Central fallera, la posterior renuncia del Secretario General de JCF poco después reconvertido a asesor político y ahora una triste escena de insultos y bronca más parecida a una pelea de parking de discoteca que el ser un representante político. Además de serlo tienes que parecerlo, dice así el dicho.

Imagen de Pere Fuset junto a las Falleras Mayores de Valencia y Joan Ribó ABC

La verdad es que el concejal de Fiestas, Pere Fuset, siempre ha sonado como un firme recambio de Joan Ribó en su partido, pero la verdad es que lleva una legislatura por lo menos la vamos a definir como conflictiva. Estamos en año preelectoral y todo hacía presumir que debía ser tranquila y para más sainete es en una comida de “convivencia” cuando sale el peor ejemplo de una gestión de crisis. Lo más triste es que en el actual gobierno municipal estos ejemplos de educación no se penalizan nunca….”no passa res”.

Este año ha sido un ejercicio más que difícil de gestión fallera . Muchos proveedores de servicios para fiestas populares que trabajan por infinidad de puntos de la comunidad valenciana y de España se están planteando venir a trabajar a Valencia por la mala organización y planificación. Un día antes de la fecha programada para instalar las carpas este año se aceptó un permiso extraordinario de poderlas plantar un día antes, al anunciado por el bando municipal, permiso extraordinario que se había solicitado con más de un mes de anterioridad. La tal aceptación, con tan solo 24 horas de aviso indica el descontrol y el caos más absoluto.

Solicitud de citas conjuntas de varios presidentes de falla al concejal del ramo que a día de hoy, un mes y medio después de las fiestas , siguen sin responder. Cambios después de casi dos décadas, como es mi caso, de la ubicación de las carpas falleras con todo lo que conlleva de planos técnicos, estudios, pagos de proyectos,….con la excusa que “hasta este año se hacían mal las cosas” y así podría seguir con más y más ejemplos. La verdad que en vez de poner las cosas fáciles te hacen replantearte si vale la pena seguir….y cuando ves escenas como las de este sábado pues se te cae la cara de vergüenza. En fin….Jim Collins, una eminencia del managment, dice que una falta de inconsistencia en la gestión lleva a una organización a la mediocridad, al reino de una ficticia apariencia más que a una coherencia. Pues en eso estamos desgraciadamente.

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