Carlos Fornes* - Tribuna Libre

Mejorar la comunicación médico-paciente, clave para reducir las reclamaciones

«La medicina es una ciencia muy compleja y los pacientes que acuden a una consulta no siempre conocen todos los términos que utilizan los facultativos»

Cuando hace más de un año se creó la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana (ADSCV), de la que soy Presidente, nos planteamos como objetivos, entre otros, favorecer la organización, promoción y difusión de estudios e investigaciones relacionados con el derecho sanitario y con la salud, así como su protección en relación con las normas jurídicas.

Igualmente, nos marcamos como objetivo, exponer y encontrar soluciones para reducir el número de reclamaciones que se producen en el sistema sanitario de la Comunidad Valenciana , sin olvidar la defensa a los pacientes/usuarios, que en definitiva lo somos todos.

Y una de las formas para intentar lograr ese objetivo es incrementar y mejorar el diálogo médico – paciente y así evitar malentendidos que pueden provocar reclamaciones judiciales. Si se se produjera una mejora de la comunicación , no cabe duda que se reducirían entre un 15% y un 20% el número de reclamaciones y los pacientes saldrían de las consultas médicas, con todos los datos necesarios acerca de su patología/dolencia o intervención quirúrgica a la que van a someterse.

La medicina es una ciencia muy compleja y los pacientes que acuden a una consulta no siempre conocen y, no tienen por qué conocer, todos los términos que utilizan los facultativos en el ejercicio de su profesión.

En estas circunstancias es cuando se produce lo que en la comunicación se llama “ruido lingüístico”, que es cualquier perturbación que puede provocar que el mensaje no llegue con claridad a nuestro interlocutor.

La medicina tiene innumerables vocablos y terminología de gran complejidad para gran parte de la sociedad y aquí es donde el médico debe intentar hacer más sencillo el lenguaje para que el paciente no se encuentre desamparado y salga de la consulta sin saber realmente lo qué le pasa o las pruebas que le van a realizar.

También es fundamental que el usuario que acude a un Hospital o a un Centro de Salud tenga la sensación que puede mantener una conversación con el médico y no sentirse cohibido a la hora de preguntar por aquello que no entiende.

Si ese diálogo médico – paciente se consiguiera, tendríamos ganada una gran batalla a las reclamaciones, ya que el 70 por ciento de las mismas que se producen son por falta o defecto de información. Un ejemplo claro sería el deber de los médicos de hablar y dialogar con el paciente antes de entregarle el consentimiento informado para que lo firme.

No me cansaré de repetir que el sistema sanitario español tiene los pilares para construir un buen edificio: la historia clínica, el consentimiento informado, la información y el diálogo. Si estos cuatro puntos se utilizarán correctamente, estaríamos en el camino que nos hemos marcado desde la Asociación y que no es otro que el reducir el número de reclamaciones a nuestros profesionales sanitarios en España, circunstancia que mejoraría, entre otras cosas, las arcas de la Administración y agilizaría el sistema judicial.

*Carlos Fornes es presidente de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana

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