Vicente Ordaz - EL FARO

El año del megawatio

«El precio de la luz es como hace dos siglos el precio del pan»

Vicente Ordaz
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Comienzo entonando el “mea culpa”. No tengo ni la menor idea de que tipo de contador de luz tengo en casa, si es inteligente o es más bien “justito”. Desconozco la potencia que tengo contratada, y si podría realizar alguna variación en mi contrato para adecuar su coste al consumo. No lo se. Escribo como consumidor, y por tanto no desde la objetividad, pero recientemente ha llegado a mi casa el recibo de este mes de enero, ese en el que la mayoría de los mortales hemos descubierto que si llueve o hay huracanes, pagamos menos en el recibo de la luz, y si nieva y tenemos “calma chicha” nuestra factura se dispara de manera incontrolada, casi adquiere vida propia.

Las primeras “recetas” cuentan diferencias superiores en muchos casos al 30% respecto al mes de diciembre, o en igual porcentaje si la comparamos con la enero del año anterior. Mismos hogares, mismo número de miembros, mismos hábitos y horarios, da igual. Si nieva y no llueve, resultado + 30%, o lo que es lo mismo, miles de rotos en otras tantas economías domésticas.

El tema, visto así, ya es para como no tomárselo bien, pero cuando decides profundizar un poco más y compruebas que del total que abonamos más de un 65% de la factura corresponde a impuestos y peajes, y solo un 35% al consumo real de energía, el “mosqueo” del personal es más que evidente.

Seguro que es casualidad pero llama la atención que en la semana de temperaturas más bajas de los últimos 20 años y recogiendo nieve en la Comunidad como si esto fuera Quebec, el precio del megawatio hora, lo que viene a ser lo que cuesta la luz de verdad, alcance un máximo histórico, y en esta en la que estamos, en la que el viento de poniente obliga a pensar que quizá el invierno toca a su fin, sea un 30% más barato.

Por cosas como esta, me gusta pensar que pago a mis políticos. Para que orquesten medidas o sistemas correctores que impidan este tipo de situaciones. Para que un ciudadano cualquiera no se encuentre diferencias en el recibo de esta magnitud. Para que la luz no sea más cara a las nueve de la noche y más barata a las cinco de la madrugada, que a esa hora ni siquiera ha empezado Herrera. Para que más allá de subastas, bonificaciones, ayudas a las renovables y un sinfín de conceptos que desconocemos, no haya que pedir un “leasing” para hacer frente al pago del recibo. El precio de la luz es como hace dos siglos el precio del pan, por si alguno todavía no se ha enterado.

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