Herencias

Se han quejado los representantes de las residencias de mayores de una publicidad en la que una mujer mayor, rodillo de amasar en mano, amenaza con desheredar a su descendencia como la lleven a una residencia.

Pues es verdad, me temo que es publicidad engañosa. Me da la sensación de que las personas que están en residencias de ancianos no tienen grandes herencias que repartir. Me parece que las que las tienen reciben otro tipo de cuidados.

Sé que esto que estoy diciendo no es ni políticamente correcto y que puede molestar profundamente a quien tiene a sus mayores en la residencia, y les prometo que no hay ningún ánimo de molestar, pero de lo que veo a mi alrededor, esa es la consecuencia que extraigo.

Pero no quiero irme del tema porque me parece también que la queja de este colectivo contra el anuncio que afecta a la imagen de las residencias llega un poco tarde. Esta misma semana, la vicepresidenta del Consell se ha permitido relatar toda una serie de “muertes accidentales” que tuvieron lugar en una residencia en unos años sin que nadie le replique ni le acuse de generar un “déficit reputacional” en torno a las residencias.

Y, evidentemente, Oltra contó la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Pero supongo, todas estas muertes fueron investigadas como es debido y no sé a qué viene ahora el recordatorio de la vicepresidenta. Lo que si sé es que afecta profundamente a la imagen pública de las residencias en general.

Supongo que lo que intentó la consellera de Igualdad es referirse a otra herencia. No a la de la anciana que amenaza a los familiares, sino a la recibida del gobierno anterior que, en este caso, acumula incluso “muertes accidentales”. Creo que lo mejor sería que cada gobierno desherede al que le sucede.