Alberto Caparrós - CRÓNICAS SABÁTICAS

La falla de Joan Ribó: ¿cohete o petardo?

«El monumento escogido por el Ayuntamiento no está a la altura del reconocimiento de la Unesco»

Alberto Caparrós
VALENCIA Actualizado: Guardar
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Tras una semana contemplando desde la Redacción de ABC la falla municipal de 2017, precisamente el año que las fiestas estrenan su condición de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, todavía no despejo la duda. El monumento escogido por el Ayuntamiento que preside Joan Ribó me recuerda a partes iguales a un cohete y a un petardo. Vaya por delante el máximo respeto para el trabajo del artista Manolo García y su equipo, pero la falla escogida por el equipo de gobierno que lidera Compromís no está a la altura ni del reconocimiento de la Unesco ni de unas fiestas que tienen precisamente en el monumento municipal el escaparate desde el que Valencia se proyecta al mundo.

Este martes, cuando Rober Solsona buscaba una foto para el suplemento especial sobre las Fallas que publicó ABC en su edición impresa captó la imagen de un hombre con edad suficiente para conocer los planes urbanísticos de Valencia en las últimas décadas que se afanaba en explicar a una mujer qué era aquello: ¿un cohete o un petardo?

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En realidad, el remate del monumento recrea un proyecto del arquitecto Santiago Calatrava que no se llegó a materializar. En su lugar se levantó el Palau de les Arts. Un recinto que conoce bien Ribó por haber asistido en su condición de alcalde a la ópera.

El veterano dirigente de Compromís se dirige de forma inexorable hacia el ecuador de la legislatura y, camino de esos dos años con la vara de mando, ha plantado una falla (y es literal porque tiró de la cuerda) que lo mismo sirve para escenificar que Valencia va como un cohete (las cifras de turistas baten récords históricos y en España se ha convertido en el destino de moda porque es el que más crece) o resulta útil para ejemplificar el «petardazo» de algunas políticas municipales, como la de tráfico o los planes de rehabilitación de El Cabanyal, donde se ha comenzado por las calles que menos lo necesitaban mientras se sigue sin actual en el rectángulo de Doctor Lluch, Escalante, Amparo Guillem y Pescadores, donde se sitúan las coordenadas exactas del problema que Ribó prometió solucionar cuando era candidato a la Alcaldía.

¿Cohete o petardo?: los valencianos lo juzgarán, pero antes Ribó tendrá tiempo de plantar dos fallas más.

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