Cáritas: «Pese a la recuperación, la precariedad en la Comunidad Valenciana es muy elevada»

Cáritas de Valencia advierte de que a pesar de que los indicadores macroeconómicos muestran una "leve recuperación", los niveles de precariedad siguen siendo "muy elevados" en la Comunidad Valenciana, que se encuentra por encima de la media estatal en todos los indicadores de pobreza y exclusión.

Así se ha puesto de manifiesto durante la presentación este miércoles de la memoria de 2016, un año durante el cual se beneficiaron de las ayudas de esta entidad 60.068 personas, un 16 % menos que el año anterior, un descenso que atribuyen a la cronificación de la pobreza de las personas atendidas por la institución.

El director de Cáritas Diocesana de Valencia, Ignacio Grande, ha destacado que la pobreza de los hijos ha hecho que los padres sean "pobres colaterales", y ha advertido de que si no se toman medidas "el riesgo de que el niño que nace en una familia pobre lo siga siendo en edad adulta es muy elevado".

La tasa de riesgo de pobreza en la Comunidad Valenciana es del 24,40 % frente a la media nacional del 22,3 %, y atendiendo al indicador Arope del INE se eleva al 30,50 %, casi tres puntos más que la estatal, y al de FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada), al 32 % frente al 25,10 % de media nacional.

Las personas que más demandan el apoyo de Cáritas son parejas jóvenes y mujeres solas con hijos y personas solas; se mantiene la mayor presencia de personas de origen español (56 %) y la mayor parte corresponde a mujeres (70 %).

La secretaria general de Cáritas de Valencia, Fani Raga, también ha alertado de la transmisión intergeneracional de la pobreza, ya que del total de personas beneficiarias de las ayudas de la entidad el 35 % (19.000) son menores y se estima que en ocho de cada diez de ellos la pobreza se perpetuará en edad adulta.

También ha subrayado que al 78 % de las personas que acudieron el pasado año a la entidad ya se le conocía, frente a un 22 % de nuevas atenciones.

Por su parte, Grande ha alertado de que los sistemas de protección social "no son suficientes para atender las necesidades y la precariedad e inestabilidad laboral actuales superan cifras de antes de la crisis" y ha generado el llamado "trabajador pobre", cuyos ingresos apenas le llegan para vivir.

"Se mantiene la cronificación de las personas a las que acompañamos y realidades muy complejas", ha asegurado Grande, quien ha reclamado la necesidad de "repensar el sistema de protección social" y reformar el modelo socioeconómico que garantice el ejercicio de los derechos para todas las personas.

También ha indicado que es necesario instar a la Administración a que dote con presupuesto las nuevas iniciativas legislativas aprobadas, generar un empleo digno que saque a las personas de las zonas de pobreza y vulnerabilidad y que los ciudadanos se comprometan a hacer posible ese cambio social.

"Todos somos corresponsables de lo que pasa en nuestra sociedad, que será grande cuando la calidad de vida de los que se sufren sea óptima", ha señalado el director de Cáritas Valencia.

Caritas Diocesana invirtió el pasado año cerca de cinco millones de euros en sus programas de atención social, apoyo a las parroquias y sus proyectos en campañas de emergencia, entre otros aspectos, y contó con el trabajo desinteresado de 6.146 voluntarios, la mitad de ellos en edad laboral.

Por su parte Arturo Ros, obispo auxiliar de Valencia, ha destacado que la Campaña Institucional de 2016, con el lema "Llamados a ser comunidad", invita a crear un nuevo modelo de sociedad más solidaria y fraterna. "Sigue habiendo mucha hambre, y no solo física", ha dicho.