Cara y cruz de la moneda

Parece mentira que a estas alturas de la legislatura aún sigan buscando culpables externos a los que cargar el muerto de su falta de compromiso con los ciudadanos. Parece mentira que tantos años en la oposición dando consejos a diestro y siniestro no les hayan servido, ahora que están en el Gobierno, para actuar con la sensatez y el interés común que tanto decían que les faltaba a sus predecesores.

No podemos condenar a la empresa privada para intentar salvar a la pública. Valencia es una tierra de pequeños empresarios, de agricultores y de hosteleros; es tierra de autónomos. Toda esa parte de la población debe verse igualmente reflejada en las actuaciones de su Gobierno, un Ejecutivo que se ha llenado la boca con la recurrente frase de “gobernar para todos”.

Es importante generar empleo público, en eso estamos todos de acuerdo, ahora bien, por mi parte, dudo mucho de que multiplicar el tamaño de la Administración como proponen los del “Botànic” sea la solución para el problema de falta de calidad en los servicios públicos.

¿Acaso son incapaces de generar empleo fuera de la Administración pública? Fomentar el empleo público de calidad debe unirse al emprendedurismo, al impulso de la innovación empresarial y a la estrecha colaboración público-privada. En la actualidad hay tres millones y medio de autónomos en España. Nuestras acciones deberían estar encaminadas al fomento de las relaciones entre el tejido social y empresarial con las necesidades, las personas y los medios disponibles en el Gobierno y en la Administración.

Ciudadanos (C’s) ha sido el principal defensor para la creación de una subcomisión en el Congreso de los Diputados que estudie una reforma del Régimen Especial de Trabajadores por cuenta propia o autónomos. Mientras tanto, queda prevista la aprobación de una Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo que reduzca las cargas administrativas y mejore la protección social de los mismos.

Esta es tan solo una de las propuestas de nuestro partido para que el cambio a mejor en España pase por mejorar la vida de tantos emprendedores que, con su esfuerzo, han conseguido salir adelante. Porque promoviendo el tejido empresarial y generando riqueza mantendremos los ingresos y niveles de calidad que nuestro sistema de Bienestar necesita y podremos incrementar una función pública con los medios que merece.

Esa es la cara y la cruz de la colaboración entre lo público y lo privado. Dos caras de una misma moneda que se requieren mutuamente.