Aeropuerto Alicante-Elche: de escala del correo francés a África al quinto español en 50 años

Solo el 10% de las conexiones del aeródromo alicantino son nacionales, mientras que cuatro de cada diez son a aeropuertos del Reino Unido

Imagen del aeropuerto de Alicante-Elche JUAN CARLOS SOLER

Antonio Martín/EFE

El aeropuerto internacional de Alicante-Elche ha pasado de ser un pequeño recinto usado como escala para el transporte de correo postal entre Francia y sus colonias en África al quinto aeródromo de España en pasajeros, con más de 13,7 millones en 2017 a 110 destinos, principalmente europeos.

Este aeropuerto no ha parado de crecer en su medio siglo de historia, y los 13,7 millones de pasajeros del pasado año (el 11,1 por ciento más) le permitió por primera vez adelantar a Gran Canaria para situarse solo por detrás del Adolfo Suárez-Madrid Barajas, Barcelona-El Prat, Palma de Mallorca y Málaga-Costa del Sol en volumen de viajeros.

Eminentemente internacional, solo el 10 por ciento de las conexiones son nacionales mientras que, por el contrario, cuatro de cada diez son a aeropuertos del Reino Unido, el principal punto de origen y destino desde la Costa Blanca alicantina.

Los antecedentes del actual aeropuerto alicantino, situado en la pedanía ilicitana de El Altet, comenzaron hace prácticamente un siglo, en 1919, cuando las 'Lignes Aeriennes Latécoère' francesas utilizaban su suelo como escala para el envío postal desde la metrópoli gala y sus antiguos territorios en el norte de África.

Años después de dejar de tener este uso, en 1964 se compraron los terrenos que ahora ocupa para construir una pista de vuelo de 2.700 metros de longitud, acompañada de una calle de rodadura y un entonces novedoso sistema de aterrizaje instrumental.

Tres años después, se abrió al tráfico nacional e internacional de pasajeros y mercancías, lo que supuso el fin del antiguo aeródromo situado en el barrio alicantino de Rabasa.

El 4 de mayo de 1967 se hizo historia con el aterrizaje del primer avión en el nuevo aeropuerto , un Convair Metropolitan de la compañía Aviaco pilotado por José Ramón Sáenz de Santamaría, mientras que Iberia se incorporó al tráfico en noviembre de 1969 con las rutas a las dos principales ciudades del país, Madrid y Barcelona.

En muy poco tiempo, el número de pasajeros se elevó hasta rozar el millón de pasajeros en 1970, lo que obligó a construir una nueva terminal cuya primera fase fue estrenada en junio de 1972.

Desde ese momento y por tres años, la terminal se usó solo para vuelos internacionales, mientras que la segunda fase se terminó en 1974 y se incorporó al tráfico nacional en marzo de 1975.

El aumento sostenido de los tráficos permitió alcanzar los dos millones de pasajeros en 1978, hecho que volvió a empujar a una reforma de la terminal y a ampliar la zona de aparcamiento de aviones a 60.000 metros cuadrados, así como alargar la pista a 3.000 metros.

Viajar en avión se hizo cada vez más popular y, aunque en la década de 1980 los crecimientos fueron ligeros, a partir de 1990 el incremento de pasajeros se disparó.

Esto hizo que en 1996 se produjera una nueva y profunda rehabilitación para posibilitar la atención de hasta 9 millones de viajeros, con modernas instalaciones que incluyeron cinco pasarelas telescópicas, un edificio de oficinas para las compañías aéreas y una torre de control.

Con la llegada del siglo XXI, la liberación del mercado aéreo europeo y la aparición de las líneas de bajo coste, el aeropuerto situado en El Altet volvió a crecer para situarse entre los seis principales de España.

En 2004, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) y el Ministerio de Fomento emprendieron el denominado 'plan Levante' para impulsar la mayor ampliación en su historia y crear una nueva zona de carga, que entró en servicio en 2005, y la penúltima terminal de pasajeros, que se abrió en 2007 (la T2).

No tardaron muchos años en ser necesaria una nueva ampliación y el 24 de marzo de 2011 comenzó a operar la última y más moderna terminal de viajeros (la actual), con capacidad para 20 millones de pasajeros al año, una apertura que estuvo acompañada de un moderno edificio para aparcamiento, una central eléctrica y nuevos accesos viarios.

Con las nuevas instalaciones y ya en los años de recuperación económica, este destino ha seguido ganando peso año tras año desde los 10 millones de usuarios en 2014 hasta los 13,7 del pasado ejercicio, con un total de 95.000 operaciones hacia 110 aeropuertos.

El 80 por ciento de los pasajeros proceden o se dirigen a otros destinos europeos, y el resto a distintos puntos de España, principalmente, aunque también hay conexiones regulares a las ciudades argelinas de Argel y Orán.

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