El presidente del TSJ catalán rechaza una medalla del Ministerio del Interior para mantener la «imparcialidad»

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, ha rechazado la medalla al mérito policial con distintivo blanco que le iba a entregar el próximo jueves el ministro del Interior, Jorge Fernández Diaz, ante "las actuales circunstancias de máxima exigencia por parte de la sociedad de apariencia de imparcialidad e independencia", según informaron fuentes judiciales.

El presidente del TSJC, tribunal que enjuiciará al expresidente de la Generalitat Artur Mas, la exvicepresidenta Joana Ortega y la exconsejera Irene Rigau por la consulta secesionista del 9-N, ha transmitido su decisión a través de una carta enviada al Ministerio del Interior, ya que considera su aceptación poco oportuna y para "mantener una permanente equidistancia para fortalecer la confianza de los ciudadanos en la institución", han informado fuentes judiciales.

El presidente del TSJC será uno de los tres magistrados que deberá juzgar al expresidente catalán Artur Mas porque el presidente del TSJC preside todos los juicios que celebra esta institución judicial.

Barrientos ha trasladado su agradecimiento y el reconocimiento "a la abnegada labor diaria de los agentes de la Policía Nacional así como su determinante contribución en el trabajo judicial".

Ayer se dio a conocer que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, había incluido a Barrientos en la lista de personas que iban a recibir el próximo jueves las condecoraciones que entrega el Ministerior del Interior con motivo de la próxima festividad de los Ángeles Custodios, patrones de la Policía Nacional. El pasado lunes, el minsitro firmó la resolución que aprueba el listado de medallas. En el caso de Barrientos se le iba a conceder la medalla al Mérito Policial con Distintivo Blanco. La decisión de Fernández Díaz llegaba cuando no han transcurrido ni dos semanas desde que el TSJC confirmó el cierre de la instrucción del caso 9-N, dejando a Mas, Rigau y Ortega a un paso de ser juzgados por la consulta secesionista que prohibió el Tribunal Constitucional por desobediencia y prevaricación.