Jordi Sànchez acepta ser candidato: «Es un gran honor y una enorme responsabilidad»

El abogado del expresidente de la Assemblea Nacional Catalana preso en Soto del Real Su anunció la semana pasada que pediría permiso al juez para que su cliente pudiera ser investido

El diputado de Junts per Catalunya Jordi Sànchez REUTERS

ABC.ES

Jordi Sànchez , expresidente de la Assemblea Nacional Catalana y diputado de Junts per Catalunya, aceptó ayer la propuesta formulada por Carles Puigdemont de cederle el testigo de la candidatura a la presidencia de la Generalitat . Su eventual investidura supondría un paso adelante en la imparable carrera política de dirigente independentista, vinculado al movimiento nacionalista desde los años ochenta.

«Es un gran honor y una enorme responsabilidad poder representar al pueblo de Cataluña», explicó Sànchez en un mensaje difundido ayer en la cuenta de Twitter que gestiona su entorno, ya que el diputado independentista está preso en Soto del Real desde hace meses por su implicación en el proceso independentista.

Sànchez ha pedido ser puesto en libertad en varias ocasiones sin éxito, y lo máximo que ha logrado hasta la fecha es haber podido delegar su voto en los plenos del Parlament a un compañero de grupo, Jordi Turull. Aunque el diputado de JpC está encarcelado y esto dificulta su investidura, la diferencia con Puigdemont es que sí se ha sometido a la justicia, por lo que su abogado, Jordi Pina, tiene previsto pedir permiso al juez Pablo Llarena para que su cliente pueda ser investido por la Cámara.

Una carrera meteórica a la presidencia

Jordi Sànchez lleva años moviéndose en el activismo catalanista. Su carrera «cívica» empezó como portavoz de la «Crida a la Solidaritat en Defensa de la Llengua, la Cultura y la Nació Catalanes» en los años ochenta. Posteriormente, impartió clases en varias universidades catalanas como la Universitat de Barcelona y la Universitat Autònoma de Barcelona.

Entre 2010 y 2015 Sànchez pisó por primera vez la alta administración catalana ejerciendo como adjunto del «Síndic de Greuges de Cataluña», Rafael Ribó, y su ascenso a la primera línea de política se produjo en mayo de 2015, al ser designado presidente de la todopoderosa ANC en sustitución de Carme Forcadell.

Desde la principal entidad independentista pilotó las movilizaciones multitudinarias de los 11 de septiembre, desempeñó un papel importante en la renuncia del expresidente Artur Mas y lideró el camino del movimiento secesionista hasta el referéndum ilegal del 1-o.

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