Gordó, investigado por la trama del 3%, pone la mano en el fuego por la financiación de CDC y sus tesoreros

El diputado no adscrito del Parlament, Germà Gordó, ha afirmado hoy que está convencido de su inocencia y ha puesto la «mano en el fuego» por la financiación de CDC y los extesoreros Daniel Osàcar y Andreu Viloca.

En una entrevista en TV3, el exgerente de CDC, investigado por su presunta implicación en el caso del 3 %, ha aseverado: «No hice nada ilegal y nunca nadie me pidió nada ilegal».

El exconseller de Justicia ha afirmado, asimismo, que, mientras «no se demuestre lo contrario», pone «la mano en el fuego» por «la financiación de Convergència y del PDeCAT» y por los extesoreros Andreu Viloca y Daniel Osàcar. «Desde el punto de vista de la financiación se hizo todo correcto»,

ha aseverado.

Ha remarcado que «en ningún caso» se queda de diputado en el Parlament para mantener la condición de aforado y ha descartado la posibilidad de entregar el acta en caso de condena porque no concibe este escenario.

Gordó ha asegurado que «en ningún momento» la coordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, le pidió personalmente que dejara el acta de diputado cuando se conoció que sería investigado, sino que ha dicho que acordaron que abandonara solo la presidencia de la Comisión de Justicia del Parlament. En cambio, ha dicho que el líder del PDeCAT, Artur Mas, «entendió que continuara» de parlamentario y dijo públicamente que la decisión de su partido había sido «injusta».

Gordó ha criticado que «no se ha hecho del todo bien» la transición de CDC al PDeCAT y que su entidad, Nova Convergència, intentará «corregir esos desvíos» de la actual dirección.

Pese a las discrepancias con su expartido, el exgerente de CDC ha aseverado que será «el diputado 72» en el Parlament por lo que se refiere al asunto «vital de dar la voz» a los catalanes para que voten sobre el futuro de Cataluña.