Rufián, el pasado sábado en el Congreso
Rufián, el pasado sábado en el Congreso - EFE

Gabriel Rufián, política a golpe de tuit

El diputado de ERC en el Congreso, en el centro de la polémica tras su intervención en el debate de investidura de Mariano Rajoy

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El discurso de Gabriel Rufián (Santa Coloma de Gramenet, 1982) no deja indiferente a nadie. El portavoz de ERC en el Congreso empezó a ser mediático en España ahora hace un año, durante sus primeros actos de precampaña como candidato de los republicanos al Congreso. Desde entonces, su tono peculiar, calmado en oratoria pero muy agresivo en contenido, ha hecho que sus intervenciones sean de las más controvertidas en la Cámara Baja.

#TuiteaComoRufián: El mensaje simplista del portavoz de ERC, en 263 tuits copiados unos de otros

Sus palabras del pasado sábado, durante la sesión de investidura a Mariano Rajoy, son buen ejemplo de ello. Las acusaciones que hizo sobre el PSOE fueron duramente criticadas y diputados de los grandes partidos denunciaron la falta de respeto del candidato «charnego» con su política a golpe de tuit, que ha ido forjando en los últimos en la red social de micromensajes, en donde tiene casi 120.000 seguidores.

De hecho, su estilo en el Congreso es tan desenfrenado como si estuviera tuiteando sin miramientos desde su casa. El pasado sábado leyó mensajes de socialistas decepcionados con el último rumbo del partido y en otras ocasiones ha dicho y repetido en sus discursos bromas que parecen salidas o pensadas expresamente para Twitter o frases que ya ha publicado en redes anteriormente.

Habitual es su reiteración, como cuando en Twitter durante meses publicó contenidos como «A mí, de los (...), el que más me gusta es (...)» o como cuando reitera el « (...) se cura en Cataluña» . Ocomo cuando sobre el atril pasa gran parte de su tiempo de intervención formulando quisquillosas preguntas sin respuesta.

«Independentista charnego»

Si en sus discursos Rufián siempre utiliza el mismo estilo, su presentación suele ser también un calco. Hijo y nieto de andaluces que emigraron a Cataluña en busca de mejores oportunidades. «Soy lo que llaman un charnego y soy independentista. He aquí su derrota y he aquí nuestra victoria», repite casi sin ton ni son.

Diplomado en relaciones laborales y con un máster en dirección de personal por la UPF, estuvo en Súmate y en la Asamblea Nacional Catalana, donde sus formas empezaron a hacerse populares y donde cogió la experiencia para saltar a la política y aterrizar en el Congreso.

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