La CUP se desmarca de Junts Pel Sí y se alinea con la oposición en la primera votación de la legislatura

La CUP votará este miércoles junto al resto de la oposición a favor de una propuesta de resolución para la recuperación de la paga extra de 2012 de los trabajadores públicos, y rechazará además la enmienda presentada por Junts pel Sí, que ha avisado de que es inviable afrontar ese pago «de manera inmediata».

En rueda de prensa, el diputado de la CUP Albert Botran epxlicó ayer que la formación antisistema apoyará la propuesta de resolución a la que se comprometió con C's, PSC, SíQueEsPot y PPC, al estar en contra de aquel «recorte», informa Efe.

«La enmienda de JxS viene en la dirección de evitar algún problema de tensión de tesorería grande, de que afectaría a las arcas de la Generalitat.

Pero entendemos que todos los actores implicados están de acuerdo en el retorno de la paga y en gestionar este pago en los 'tempos' más realistas posibles», añadió.

De hecho, recordó que la propuesta de resolución contempla que en la mesa de la función pública se sentarán todos los actores implicados para acordar un calendario para devolver esos recortes.

Botran defiende además que la CUP entiende que su postura no va en contra del acuerdo de estabilidad parlamentaria con JxS: «Nos comprometíamos a no votar con los grupos contrarios al proceso independentista cuando se viera afectada la estabilidad del Govern. No entendemos que sea poner en riesgo esa estabilidad».

Desde Junts Pel Sí, sin embargo, el portavoz adjunto del grupo, Pere Aragonès (ERC), secretario general de Economía del Govern, alertó de que que la propuesta de resolución presentada, si se aplica «inmediatamente», supone «un impacto de 480 millones de euros en el presupuesto de la Generalitat».

«Hemos visto que negociar un plan de choque de una dotación muy, muy inferior nos ha llevado bastantes meses de trabajo. Creo que todo el mundo es consciente y es evidente que estos 480 millones no se podrán hacer frente de manera inmediata. Y creemos que la devolución tiene que ser escalonada», explicó.

Por ello, insiste en que su grupo está dispuesto a «pactar un calendario siendo consciente de la realidad que tenemos», ya que "el peor favor a los trabajadores públicos sería acordar unas medidas que no se pudieran cumplir".