Ada Colau estudia autorizar una gran mezquita en Barcelona

La construcción de una mezquita de grandes dimensiones vuelve a planear sobre Barcelona. Hace un par de años el proyecto de un centro de culto musulmán en la plaza de toros de la Monumental levantó una gran polémica. Ahora el Ayuntamiento presidido por Ada Colau pone de nuevo sobre la mesa esta cuestión y está abierto a dar el permiso para construirla.

El consistorio espera presentar a finales de año un plan municipal contra la islamofobia que contemplará, una vez más, la construcción de una gran mezquita. Para prepararlo se encargó un estudio a la Universidad de Barcelona, cuyas recomendaciones se estudiarán para ver hasta qué punto se pueden aplicar en la ciudad, según confirmó ayer la comisionada de Inmigración, Interculturalidad y Diversidad, Lola López.

Fuentes municipales explican a ABC que hace más de 25 años que el tema está candente y lamentan que ninguna otra institución ha hecho nada hasta ahora.

«Asignatura pendiente»

El informe destaca que el estado de los oratorios en la capital catalana es una «asignatura pendiente». «Quizás es hora de que un equipo municipal coja el toro por los cuernos», apunta el estudio, que recuerda que ya en 1996 el Consistorio defendió un centro de este tipo, similar a la mezquita de la M30 de Madrid.

El informe incide en que el Consistorio debería conceder permiso para la obra y que este paso ayudaría a «visibilizar la pluralidad religiosa de la ciudad», tendría «un gran calado simbólico y establecería mecanismos de interlocución más claros con unas comunidades musulmanas muy fragmentadas».

Entre otros aspectos, el estudio recomienda que se analice bien su financiación –externa o municipal–, algo que despierta suspicacias. Otro informe encargado por el Ayuntamiento en 2015 sobre el asunto recomendaba que el Consistorio se implicase en la financiación, no directamente pero sí en forma de cesión de terrenos. Se trataría de fomentar que la finaciación procediese de la comunidad local y evitar que el grueso de los recursos procediese de países con visiones rigoristas del islam.

Precisamente, el presidente del grupo del PP en Barcelona, Alberto Fernández, defendió ayer que «no se dan las condiciones» para albergar este centro de culto porque su financiación «sólo puede proceder de dictaduras árabes o fondos vinculados al integrismo», y exigió que Colau implique a la comunidad musulmana a mostrar un rechazo activo del integrismo islámico.