Tàpies y la eclosión internacional del arte informal

Entre 1955 y 1965, el nombre de Antoni Tàpies empezó a adquirir dimensión internacional: fue entonces cuando su obra se expuso en en el Guggenheim de Nueva York y en la tercera edición de la Documenta de Kasel, por lo que la exposición que hasta el 22 de mayo se instala en la Fundación Tàpies de Barcelona documenta ese periodo en el que el catalán se confirmó «como un caso a estudiar, ya que es expresión de modernidad a pesar de vivir en un contexto político nada moderno como la España franquista», en palabras del nuevo director del centro, Carles Guerra.

La exposición, que ha sido comisariada por Núria Homs, arranca con el salto cualitativo que se produce en la obra tapiana, y que da lugar a unas pinturas que se caracterizan por la densidad de las texturas y por el uso de una gama de colores limitada en la que destacan el gris, el marrón y el ocre.

De estemodo, piezas como «Gris» (1956), «Pintura gris» (1956), «Gris con dos manchas negras» (1959) o «Cama marrón» (1960) ilustran ese cambio.

La muestra se completa también con las fotografías que Hans Namuth, el mismo que ilustró el proceso creativo de Jackson Pollock en su taller, hizo de Tàpies «en el entorno rural de Campins, donde había comprado recientemente una masía».

La Fundación Tàpies acoge también hasta el 22 de mayo otra exposición, «Documentos de acción», que presenta unas sesenta obras procedentes de Les Abattoirs de Toulouse, de artistas como Jean Dubuffet, Lucio Fontana, Georges Mathieu, Karl Appel o el propio Tàpies. El grueso de la selección corresponde al legado de la colección de Anthony Denney y se complementa con dibujos de la colección del galerista Daniel Cordier, con dibujos de Matta (Matta Echaurren Roberto Antonio Sebastián), Dubuffet, Hans Hartung y Henri Michaux.

«Ambas colecciones son testimonios de la emergencia del arte informal a principios de la década de 1950, así como de su rápida comercialización y asimilación a una modernidad internacional», ha apuntado Guerra, quien ha destacado el papel del crítico de arte francés Michel Tapié a la hora de popularizar la pintura abstracta y matérica.

Tapié aconsejó al coleccionista Anthony Denney, que consiguió, recuerda Guerra, «una colección heterodoxa, pensada inicialmente para ser expuesta en el espacio privado, en su apartamento de Londres, antes que en un museo». Como complemento a la colaboración con Les Abbatoirs, a partir del 11 de febrero la ciudad de Toulouse acogerá la primera exposición de Tàpies en Francia desde su muerte.