El nuevo «Barbero» del Petit Liceu

«El jove Barber de Sevilla» ha creado un fiel extracto de la obra maestra rossiniana

Pedro M. Calavia y Joan Garcia Gomà, durante el montaje A. BOFILL

P. M.-H.

La obra maestra de Rossini, «Il Barbiere di Siviglia», es una de las grandes puertas de entrada al mundo de la ópera al tratarse de una auténtica joya del teatro musical. Por eso son muchos los coliseos líricos que deciden adaptar la famosa ópera para el público infantil y juvenil. Junto con «La petita flauta mágica», de la factoría Comediants e inspirada en la obra de Mozart, el Liceu barcelonés había conseguido con «El Superbarber de Sevilla» creado por el grupo teatral El Tricicle -su propia adaptación de la obra de Rossini-, uno de sus grandes éxitos. Pero este curso el Petit Liceu -el servicio de promoción y divulgación de la ópera, la música y las artes escénicas para niños y jóvenes del Gran Teatre- ha decidido abandonar producción para presentar una nueva mirada sobre las aventuras de Fígaro.

Se trata de «El jove Barber de Sevilla», una coproducción del Liceu con el ente lírico italiano Aslico, con dirección de escena, dramaturgia y reducción musical de Danilo Rubeca, quien ha creado un preciso y fiel extracto no solo de la obra maestra rossiniana, sino también de todos los elementos que confluyen en un espectáculo operístico, un montaje que, en poco más de una hora, conquista a los mayores y a los más pequeños por su agilidad, fidelidad a la obra rossiniana, comicidad y sentido de síntesis.

Con dirección musical de Daniel Gil de Tejada, la Orquestra del Conservatori del Liceu ocupó el foso liceísta como parte de una colaboración del centro de estudios con el Gran Teatre, dando de paso oportunidades a músicos en plena etapa de formación. La nueva producción cuenta con una espléndida escenografía de Emanuele Sinisi, vestuario de Anna Cavaliere y una inteligente iluminación de Fiammetta Baldiserri, mientras que la versión catalana -y castellana- que adapta el libreto a la música y los arreglos musicales los firma Francesc Vidal.

El aplaudido montaje contó con un reparto de evidente poder comunicativo con el exigente público infantil, conformado por el aplaudido Fígaro de Joan Garcia Gomà, el voluntarioso Conde de Almaviva de Pedro M. Calavía, el sonoro y autoritario Don Bartolo de Xavi Fernàndez y la suficiente Rosina de Estíbaliz Ruiz, todos ellos secundados por Juan Carlos Esteve (Don Basilio), Romina Krieger (Berta con ariaincluida) y el Oficial de Xavier Casademont. La apuesta, que ha reinado en La Rambla un par de fines de semana, ha valido la pena y regresará en próximas temporadas con ánimo de quedarse por mucho tiempo.

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