La música en directo supera la crisis ante el hundimiento de la industria discográfica

Estabilización de la música en directo, caída a mínimos históricos de la industria discográfica y un «drástico recorte» de las inversiones públicas para el sector musical. El diagnóstico es claro y arroja ciertos indicadores positivos, aunque el optimismo queda aún muy lejos. Máxime cuando el Anuario de la Música que radiografía el estado de la cuestión de la industria catalana revela que la «remontada» de los tres últimos años ha servido para que la industria del directo se haya situado en resultados de facturación similares a los de 2008, justo antes de la crisis económica.

Así, en 2016 la facturación de la música en directo creció en un 17%, mientras que el número de espectadores subió un 48%. También el número de conciertos creció en un 14%, aunque parte de estas cifras responden la buena salud de los grandes festivales que atraen mucho público extranjero.

De hecho, son los grandes festivales y los de carácter privado los que han registrado las mejores cifras, con un 12,4% de crecimiento y frente a la pérdida de público de los festivales públicos, en un escenario en el que las salas, circuitos y equipamientos han conseguido los mejores resultados de los últimos años gracias al aumento de público y de programación de conciertos. El resultado más visible es que el sector de la música en directo ya representa el 91,3% de la facturación musical en Cataluña.

Desinversión pública

Con todo, uno de los aspectos en los que se ha querido centrar el Anuario, coeditado por el Grup Enderrock y Arc, es en la reducción de las inversiones de las principales instituciones catalanas en el sector musical en el periodo comprendido entre 2008 y 2015. El director de Enderrock, Lluís Gendrau, ha ha subrayado que la reducción los siete años analizados ha sido del 21 %, una cifra claramente superior a los recortes globales en cultura, que han sido de un 15 %.

El recorte más profundo al sector musical lo ha aplicado la Generalitat, con una reducción del 60,5% en siete años , cifra que se sitúa muy por encima del recorte aplicado por esta misma administración en temas culturales en general (39 %). Según los autores del informe, pese a que las líneas de ayuda al sector musical del Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC) han crecido un 8% entre 2008 y 2015, el 10% de inflación acumulada ha provocado que se haya constatado una reducción efectiva en las ayudas a la música.

Entre otros datos, el Anuario destaca que mientras que en 2008 la partida musical del presupuesto de Cultura era del 20%, en 2015 se situó en el 13%, mientras que la inversión musical per cápita se ha reducido de 21 a 16 euros. El documento también subraya que los tres grandes equipamientos musicales catalanes -Liceu, Palau de la Música y Auditori- se llevaron en 2015 el 57% de los recursos musicales del departamento de Cultura.

El disco se hunde

Otra voz de alarma hay que buscarla en la industria discográfica, que con una pérdida del 12% en 2016 se sitúa en un mínimo histórico 7,6 millones de euros facturados. La reducción de ventas en formato físico (21 %) no se ha visto compensada con el ascenso digital (7 %), a diferencia de las cifras globales de España y lo que está pasando en Europa , donde el aumento de la venta por internet y de vinilos está permitiendo la recuperación del sector.