Vista de varios retratos de Vidal en el MNAC
Vista de varios retratos de Vidal en el MNAC - EFE

Lluïsa Vidal, la única pintora modernista catalana

El MNAC dedica una monográfica a esta pionera de la pintura catalana

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El MNAC presenta a Lluïsa Vidal (1876-1918) con el sobretítulo de única pintora modernista catalana. Y un recorrido por setenta de sus obras confirmar su pasión por el dibujo, sus dotes como pintora y su sensibilidad por el mundo femenino. El arduo trabajo de campo de la comisaria Consol Oltra se refleja en sus palabras: «Lluïsa es excepcional por muchas razones pero principalmente porque supo captar el mundo femenino de aquella época desde el punto de mira de la mujer; hasta ahora estábamos acostumbrados a ver a la mujer con los ojos del hombre».

Si hace pocos meses el MNAC descubrió a Gosé, ahora es el turno de Lluïsa Vidal. Ambos pintores se merecen una monográfica y un lugar en la historia de la pintura catalana.

«Lluïsa se centró en la figura humana y en concreto en la mujer -desvela Oltra-. Presenta a las mujeres en la intimidad de su casa; es una mirada amiga y se acerca a la maternidad con mucha ternura». Sus cuadros son su biografía. «Descubrimos a varias de sus hermanas, su veraneo en Sitges, su paso por París y los retratos que hizo por encargo».

Expuso en Els Quatre Gats

Pionera por los cuatro lados, empezó su participación en el mundo artístico en Els Quatre Gats, donde fue la única mujer que expuso. Y colaboró con la revista Feminal donde publicó los retratos de las escritoras catalanas del momento como Dolors Monserdà, Caterina Albert y Carmen Karr. «No hemos encontrado estos retratos», se lamenta Pepe Serra, director del MNAC, a quien le gustaría exponerlos en las salas de su museo.

La vida de Vidal fue trepidante pero murió muy joven a causa de la gripe española. «Su padre animó a las cinco hermanas mayores a que estudiaran diferentes disciplinas dentro del arte que se preparasen a ser autónomas; algo insólito en aquella época donde lo normal es que el padre se preocupar en que sus hijas se casaran bien», explica Oltra que ha tenido la oportunidad de conocer a varios de los coleccionistas de Vidal. Tras sus diferentes visitas a los coleccionistas afirma que «todos lo que tienen una cuadro de Lluïsa en su casa le tienen mucho cariño, a veces más que a otra obra de más valor».

No podemos pasar por alto que tras la muerte de Vidal, algunos marchantes se aprovecharon de sus lienzos para hacerlos pasara por cuadros de Ramón Casas. En la exposición se ve claramente uno de ellos la chapuza de una mala firma de Casas.

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