El montaje se sirve de la imaginería de Goya
El montaje se sirve de la imaginería de Goya - A. BOFILL
Ópera

Goya pinta a Verdi en el Liceu

Ese tenebrismo y el concepto plástico que le van muy bien a «Il Trovatore» contó con una dirección de actores aún por madurar

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Cuando en 2009 el Liceu y la Ópera de Oviedo estrenaban su coproducción de «Il Trovatore» encargada al prestigioso director de escena Gilbert Deflo nadie imaginaba que la simplicidad y la elegancia por las que apostaba el «regista» acabarían en un fiasco. Ambas entidades han querido lavarle la cara a ese encargo pidiendo a Joan Anton Rechi que mejorara la propuesta, proyecto que finalmente evolucionó hacia una producción completamente nueva.

Las buenas ideas, sin embargo, se acabaron pronto, ya que ese tenebrismo y el concepto plástico -goyesco- que le van muy bien al título, contó con una dirección de actores aún por madurar. Con Goya y su imaginería como silencioso protagonista -más bien un alma en pena en el escenario, con un desorientado Carles Canut-, todo resultó ser una secuencia de escenas sin mayor coherencia.

Faltó trabajo y seriedad en el discurso dramatúrgico y habrá que ver hacia dónde va después de la tibia acogida del estreno.

Daniele Callegari conoce bien la obra y supo llevarla por caminos de adecuado contraste dramático, con pocos desajustes y ante un Coro y una Simfònica liceístas que respondieron con premura. La lección de impresionante «canto legato» que ofreció el estupendo Conde de Luna de Artur Rucinski -matizado al máximo- se encumbró a lo más alto, junto a la poderosa y experimentada Azucena de Marianne Cornetti, ella incluso con esos sobreagudos tirantes.

Carlo Colombara fue un Ferrando más que correcto, imponiendo su gran clase, mientras que ambos protagonistas, la soprano Kristin Lewis como Leonora y el tenor Marco Berti como Manrico se convertían en la decepción de la noche defendiendo dos de los papeles más difíciles del repertorio: ella por una vocalidad alejada de las exigencias del personaje, con un centro-grave sin peso y muy poco atractivo, y él por su incapacidad para matizar ese vozarrón impresionante que tiene.

Música: G. Verdi. Intérpretes: M. Berti, K. Lewis, A. Rucinski, M. Cornetti, C. Colombara y otros. O. S. del Liceu. Dirección: D. Callegari. Dir. escena: J. A. Rechi. Lugar: Gran Teatre del Liceu, Barcelona. Fecha: 17 de junio.

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