Vista del Ford Fiesta «tuneado» por Guinovart
Vista del Ford Fiesta «tuneado» por Guinovart - ABC

El Ford Fiesta de Guinovart aparca en la Nau Gaudí de Mataró

Lluís Bassat expone por primera vez el icónico coche junto a cien obras más de los 80

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Un coche se ha colado en la Nau Gaudí de Mataró. No es un modelo actual sino un Ford Fiesta de los ochenta. «Naturaleza Veloz», de Josep Guinovart, es una de las cien piezas de la Colección Bassat que invaden la Nau Gaudí de Mataró hasta octubre y que representan la etapa de 1980-1989. «Yo llevaba la campaña de publicidad de Ford y me pidieron que buscara un artista para promocionar un nuevo modelo –recuerda Lluís Bassat-. El éxito fue brutal. Le propuse a Josep Guinovart que pensara algo y se puso manos a la obra. A Ford le encantó y lo pasearon por todos sus concesionarios; después lo pusieron a la venta y lo compré. Lo he tenido todos estos años en el garaje de mi casa y esta es la primera vez que se expone».

Bassat explica cada una de sus adquisiciones y su relación con ellas. «Un día entré en la Galería Maeght de Barcelona y me enamoré de esta escultura de Enric Pladevall. Desde entonces la he tenido en casa, durante muchos años en el hall y desde hace poco en el salón. Las obras crecen o decrecen con los años y este Tauló ha crecido». Pladevall escucha sus palabras y explica una segunda pieza suya, «Testa, 1987», en la que combina la madera, el bronce y el hierro. Y B assat invita a todo el mundo que se traslade a La Fundación L’Olivar de Ventalló a conocer de cerca el jardín de esculturas de Pladevall. La relación del coleccionista con el artista es una de sus máximas al comprar obras de arte. «Es la primera vez que muestro piezas de Pablo Mañé, un artista uruguayo que falleció en 2004. Hoy está aquí su viuda que es quien conoce mejor su obra». “El mantel violeta”es un buen ejemplo suyo porque fusiona el realismo con el abstracto; estos flecos de abajo no recuerdan que es un mantel pero la mayoría del lienzo es una franja abstracta».

Tiene palabras de admiración por Robert Llimós que consigue dibujar una figura humana con las mínimas rayas en «Hora Solar», 1988 y por la perseverancia de Enric Ansesa por pintar en negro, buen ejemplo «Memoria en negro», 1982. En su afán por descubrir nuevos talentos atendió un día al teléfono a la viuda de Francesc Subarroca que le mostró cientos de cuadros inéditos que guardaba en su piso de la calle Laforja y en su estudio: «Tenía verdaderas joyas de diferentes estilos y ahora estamos intentado organizar una exposición suya».

A pocos días p ara que abra las puertas de una nueva edición de Arco, Bassat reconoce que se instala toda la semana en Madrid para poder acercarse a todas las ferias que se celebran esos días en Madrid. Precisamente en la Nau Gaudí podernos ver «El Maletín», de Joan Mora, que compró en Arco en 1989 en la Galería Leandro Navarro. «Es una pieza de piedra de Calatoro de una perfección impecable». Cien obras de más de treinta artistas. La exposición «Colección Bassat Arte Contemporáneo de Cataluña 1980-1989 (II)» es la segunda muestra dedicada a los años ochenta del siglo veinte.

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