Varios perros, campando sueltos por el Turó Park de Barcelona
Varios perros, campando sueltos por el Turó Park de Barcelona - INÉS BAUCELLS
ANIMALES

¿Un parque con perros vetados?

El Ayuntamiento de Barcelona prohibirá los canes en el Turó Park durante su remodelación integral para ayudar a reforestarlo, lo que ha indignado a parte de los vecinos

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Paradojas de la vida, los perros pueden quedar prohibidos en un parque público de Barcelona. El ayuntamiento liderado por Ada Colau lo hará efectivo, de momento, de manera temporal en el Turó Park, un pulmón verde de la zona alta de la ciudad, algo que ha abierto la controversia, especialmente teniendo en cuenta que los canes tienen pocos espacios en los que campar a sus anchas en la capital catalana.

El Turó Park, un centenario espacio verde que inicialmente era un parque de atracciones, será rehabilitado para que vuelva a mostrar su mejor cara, algo que los vecinos llevaban tiempo reclamando. Los trabajos, que empezarán en septiembre y costarán 806.000 euros, han sido debatidos y acordados con asociaciones ciudadanas y de comerciantes.

Lo que, sin duda, no ha generado consenso ha sido la decisión de vetar el acceso de los perros durante el transcurso de las obras y que no se sepa cuándo se levantará la prohibición una vez terminen, durante la próxima primavera. El consistorio defiende que parte de la degradación del Turó Park ha llegado por el uso incívico de algunos propietarios de mascotas, que los dejan sueltos a pesar de que no está permitido -el consistorio solo deja que estén desatados dentro de los «pipicans»-. Por ese motivo, deja la puerta abierta a que el parque no los vuelva a tolerar en un futuro. «Posiblemente se tendrán que estudiar nuevas normas», inciden fuentes municipales.

El ayuntamiento alega que parte de los trabajos es para recuperar la zona del parque que se conocía como «Pradera», que está muy degradada -«es más marrón que verde», ejemplificaba esta semana el concejal de Arquitectura, Daniel Mòdol-. Bajo su punto de vista, para proteger la replantación y la consolidación de los nuevos arbustos lo mejor es prohibir los perros.

Riesgo de que dañen las obras

«No haremos una inversión de casi un millón de euros para que la estropeen durante el momento más complicado de la intervención, que es la reforestación», apuntó Mòdol. «No tiene sentido hacer obras y reponer vegetación y no poner en marcha ninguna medida excepcional» para garantizar que salgan bien, sentenció.

En esta línea, el consistorio recuerda que cerca del Turó Park se habilitará una área de perros -un nuevo tipo de «pipicans» más grandes, de 1.100 metros cuadrados de superficie, que Colau está impulsando en todos los distritos. Además, avisan de que el «pipican» que tiene ahora el parque -que cuenta con una entrada desde fuera del parque- seguirá abierto.

Las explicaciones, sin embargo no convencen a parte de los vecinos. Lamentan, en primer lugar, que el consistorio focalice el incivismo en los perros cuando el Turó Park sufre problemas también por los botellones y por exceso de basura acumulada de empleados de la zona que al mediodía hacen pícnic en el parque. Reprochan también que el «pipican» del parque tiene un tamaño insuficiente, motivo por el que muchos amos se quedan con los perros en la zona de la Pradera.

Los trabajos comportarán, además, el vaciado del lago -para impermeabilizarlo- y la renovación de los sistemas de riego, de los caminos del parque, de los juegos infantiles, mobiliario urbano y señalización.

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