El concejal Pisarello difundió ayer esta imagen para recordar que la estatua que se exhibira no tiene cabeza
El concejal Pisarello difundió ayer esta imagen para recordar que la estatua que se exhibira no tiene cabeza - ABC

Polémica por la exhibición en Barcelona de una estatua de Franco decapitada

El robo de la cabeza del dictador, guardada en un almacén municipal, sigue sin resolverse tres años después

El independentismo acusa a Colau de preparar un «homenaje» a Franco, mientras el Ayuntamiento alega que se trata de una exposición crítica

BARCELONA Actualizado: Guardar
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La pretensión del Ayuntamiento de Ada Colau de exhibir una estatua de Franco dentro de una exposición temporal del Born ha generado una gran polémica en Barcelona, en tanto que ERC y el grupo de CiU en el Consistorio consideran que se trata de «un insulto a la memoria democrática de Barcelona y su lucha contra el fascismo». Jaume Ciurana (CDC) llegó a calificar de «homenaje a Franco» la exposición, prevista para septiembre, que a su criterio ofende tanto a los "derrotados" de 1939 como a los de 1714. El concejal de gobierno Daniel Mòdol respondió calificando de "porno nacionalista provinciano" la gran "senyera" que el anterior consistorio gobernado por CiU colocó frente al centro cultural del Born.

En cualquier caso, no era intención del Consistorio de Colau hacer precisamente un homenaje a Franco.

El Ayuntamiento tuvo que salir al paso de la polémica, asegurando que lo que pretende es plantear una reflexión sobre el franquismo y su «impunidad».

La exposición llevará por título «Franco, Victoria, República» y mostrará, entre otras piezas, la estatua ecuestre de Franco que durante años estuvo expuesta en el patio de armas del Museo Militar de Montjuïc, y a la que tras ser retirada a un almacén municipal le cortaron la cabeza en 2013, tal y como informó ABC.

Un robo misterioso

El caso está rodeado, aún hoy, de cierto misterio. Las cerraduras del almacén municipal de Via Favencia en Nou Barris no estaban forzadas, y quienes sustrajeron la cabeza se tomaron su tiempo. Se trataba de un corte limpio, hecho con una radial o un soplete. Tras conocer los hechos, el Ayuntamiento denunció el caso a los Mossos, que centraron su investigación entre foros de coleccionistas, al descartarse la motivación política –nadie reivindicó la acción– o el robo común para vender el bronce. Tres años después, los Mossos informaron ayer a este diario que la investigación no avanzó. La cabeza sigue sin aparecer.

Incómodo ante una polémica que quizás no se esperaban, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, apuntó que la exposición «rompe un vacío moral, un silencio entorno a lo que significó el franquismo». «No sólo sirve para una reflexión acerca de lo que significó el franquismo, sino sobre su impunidad», señaló el segundo del Consistorio, que añadió que «precisamente porque las heridas no están bien cerradas se debe tener esta discusión. Puede ser incómodo, pero se debe tratar el fenómeno».

Respondiendo a las críticas de los partidos independentistas, Pisarello subrayó que la exhibición está lejos de cualquier apología y que lo que pretende es avanzar hacia la reparación. Casi a modo de disculpa por sacar a Franco del almacén municipal, el Consistorio recordaba ayer que, si la cabeza no aparece antes, la estatua del dictator se mostrará decapitada.

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